La palabra de Dios está viva y tiene poder para derrotar toda fuerza de maldad, con ella podamos vencer lo que nos oprime y quiere detener. Dios llenará tu boca de sus palabras de tal manera que no quede lugar para el mal.
Josué 1:8 dice: “Procura que nunca se aparte de tus labios este libro de la ley. Medita en él de día y de noche, para que actúes de acuerdo con todo lo que está escrito en él. Así harás que prospere tu camino, y todo te saldrá bien”. El consejo de Dios para nosotros es que su palabra esté continuamente en nuestros labios. Hay personas que solo podrán superar ciertos problemas cuando tengan en sus labios continuamente la palabra de Dios. Tal vez debas buscar todos los versículos y promesas de Dios relacionados con tus problemas, para repetirlos todos los días en voz alta, todas las veces que sea necesario, éstos llegan a implantarse en nosotros y despejan nuestra vida del mal. Recitar los versículos de la biblia una y otra vez no solo hace que estén en nuestros labios, sino que también penetran en nuestros oídos hasta lo más profundo de nuestro espíritu, ésta es una de las actividades más poderosas que un creyente puede realizar. Recitar, meditar y confesar con nuestros labios la palabra de Dios nos vivifica, nos fortalece la fe, derriba los malos pensamientos y derrota las estrategias del enemigo.
Repitamos juntos esta oración: “Señor hoy declaro de acuerdo a tu palabra que soy más que vencedor y que todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Confieso que las cosas viejas pasaron y todas son hechas nuevas. Declaro que tu vives en mí y eres mayor que cualquier dificultad en el nombre de Jesús. Amén”.
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