Lo que viste en fe y pediste, lo que la palabra de Dios te promete, es aquello que debes esperar, creer y proclamar de todo corazón, porque si el Señor está contigo, podrás conquistar lo imposible.
Versión Audio:
En Josué 14:8-9 dice: “Pero los hermanos que me acompañaron asustaron tanto al pueblo que nadie quería entrar en la Tierra Prometida. Por mi parte, seguí al Señor mi Dios con todo mi corazón. Así que, ese día, Moisés me prometió solemnemente: “La tierra de Canaán, por donde recién caminaste, será tu porción de tierra y la de tus descendientes para siempre, porque seguiste al Señor mi Dios con todo tu corazón”.
Caleb había explorado como espía aquella tierra que el Señor había prometido a su pueblo. Hebrón era la parte que le había tocado, y al regresar, alentó al pueblo a conquistarla porque el Señor así lo había prometido, y porque lo creía de todo corazón. El resto de los informantes desalentaron al pueblo, haciendo decaer su ánimo con palabras de duda, queja y temor, sintiéndose inferiores e incapaces.
Tus sueños, tu visión, y todo lo que Dios haya puesto en tu corazón, es aquella tierra prometida que ves en fe y que has explorado, debes creer como Caleb, de todo corazón en el apoyo del Señor, esa actitud positiva y de fe, hizo que pudiera tomar posesión de la promesa cuando tenía 85 años, porque el Señor lo había mantenido con fuerza y buena salud. No es tarde para ir por tus sueños, imita a Caleb y cree con todo el corazón.
Hagamos ésta oración:
“Señor tu palabra es la verdad, me enfoco en seguirte y creer tus promesas. Dame un corazón de fe como Caleb, para que pueda cumplir mis sueños y hacer tu voluntad, si estás conmigo podré hacer lo que parece difícil, en el nombre de Jesús, Amén”
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