«Hijo de hombre, a ti te he puesto como centinela del pueblo de Israel. Por tanto, cuando oigas mi palabra, adviértele de mi parte» (Ezequiel 3:17).
La Biblia está repleta de escrituras y de historias que sostienen la importancia de velar y orar, y esto no es menos trascendente para los creyentes de hoy interesados en oír de Dios y alinearse con su voluntad. Ellos velan para no juzgar lo que ven con sus ojos naturales ni oír con sus oídos naturales. En cambio, dejan que el Espíritu Santo entrene sus sentidos espirituales para puedan agudizarse y ser más precisos en todo lo que atañe al espíritu.
Declaración de hoy:
Padre, no pongo mi confianza en lo que veo. Pongo mi confianza en ti y en tu Palabra. Soy quien tú dices que soy, y puedo lograr lo que tú dices que puedo lograr. Dios todopoderoso, agudiza mi discernimiento espiritual para que pueda oírte claramente. Que la visión profética caiga hoy sobre mí. Coloca en mí la unción de Isacar para que sea entendido en los tiempos. Dame sabiduría y dirección. “Señálame el camino que debo seguir, porque a ti elevo mi alma” (Salmos 143:8). Desarma los poderes malignos que operan para frustrar mi día, mis tareas y actividades. En el nombre de Jesús, amén.
-Tomado del Devocional Declara bendición sobre tu día por Cindy Trimm. Publicado por Casa Creación. Usado con permiso.