Ceguera espiritual significa creernos buenas personas sin darnos cuenta que aún tenemos rivalidad, rencor, actitudes odiosas y violencia hacia otros. Hoy el Señor abrirá tu entendimiento y te llenará de su unción para que tengas verdadera luz y bendición.
1 Juan 2:9-11 dice: “Si alguien afirma: «Vivo en la luz», pero odia a otro creyente, esa persona aún vive en la oscuridad. El que ama a otro creyente vive en la luz y no hace que otros tropiecen; pero el que odia a otro creyente todavía vive y camina en la oscuridad. No sabe por dónde ir, pues la oscuridad lo ha cegado”.
Hay personas que afirman que tienen un buen corazón, que están llenas de luz y que son buena gente. Sin embargo tienen palabras amargas contra otros, son odiosos, racistas, discriminadores y hacen acepción de personas, pero no lo pueden ver, ya que la oscuridad les ha cegado el entendimiento y además tienen un concepto muy alto de sí mismos.
Cuando una persona está cegada, no se da cuenta que es odiosa o tiene resentimientos, rencores o envidia. Quién tiene este tipo de oscuridad, no tiene claras las cosas en su vida, ni sabe bien a dónde se dirige. Si queremos tener una verdadera vida de poder y bendición, para ser de influencia en los demás, tenemos que abandonar todos esos malos sentimiento y anhelar una llenura del Espíritu Santo, quién nos colma del fruto de amor, paciencia, paz y alegría.
Oremos así:
Padre Celestial, abre mis ojos para que vea y quite toda emoción negativa. Lléname de tu Espíritu Santo para que pueda andar en luz y amor con todas las personas. Decido amar, perdonar y vivir una vida de milagros en el nombre de Jesús. Amén
