“Este es el día que el Señor ha hecho; me regocijaré y me alegraré”
¡Tú escoges la actitud cada mañana cuando sales de la cama!
Es la voluntad de Dios que tú prosperes, pero debes escuchar la palabra de Dios y obedecerla antes de que el éxito sea tuyo. Eso es lo que nuestro texto dice hoy:
“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien” Josué 1:8
El éxito no es algo accidental; es el producto de la actitud. ¿Alguna vez alguien te ha dicho que tienes una mala actitud? La gente suelta esa frase hoy como sal y pimienta. “Tú tienes una mala actitud” Entonces ¿Eso qué significa? Eso significa que eres muy crítico. Eso significa que eres sarcástico… muy arrogante… muy malo… y muy inflexible.
Si tienes una mala actitud, eso significa que generalmente escoges no estar de acuerdo. Te quejas y haces pucheros cuando no puedes salirte con la tuya. Te gusta vivir con una astilla en tu hombro. No puedes retener amigos. No puedes retener un trabajo. No puedes cuidar a la esposa o esposo, porque eres un aguafiestas.
¿Quién es el responsable de tu actitud? Solo tú. Tratamos de culpar a nuestra esposa o esposo de nuestra actitud. Culpamos al clima, o al auto que tenemos. Le tenemos que echar la culpa a algo, cualquier cosa excepto a nosotros mismos.
Tu actitud es una opción, no es algo que solo ocurre. Te levantas cada mañana diciendo: “Buenos días, Señor!” o “ Buen Señor, amaneció!” Hay una gran diferencia en esas dos expresiones! https://www.jhm.org/Devotionals/04-01-psalm-11824