Por Esteban Correa
La palabra de Dios nos dice en Proverbios 3:1-2
“Hijo mío, nunca olvides las cosas que te he enseñado; guarda mis mandatos en tu corazón. Si así lo haces, vivirás muchos años, y tu vida te dará satisfacción”.
El enfriamiento espiritual es lo que nos aleja de conocer y experimentar la poderosa presencia de Dios es nuestros corazones. Muchas personas andan buscando en lugares, cosas y personas incorrectas la plenitud, el propósito y la fortaleza que solo Dios puede dar.
No es la astucia, el engaño, la mentira, la violencia o nuestra autosuficiencia lo que nos va a dar la fuerza y satisfacción que necesitamos, es Jesús en nosotros la esperanza que no nos defraudará. Es Jesús el poder que nos transforma, la ayuda diaria, el pan que nos renueva y alimenta. Hoy decide dejar todo en las manos de Dios porque Él tiene cuidado de tu vida.
Nuestra vida tiene verdadera satisfacción, significado y poder, cuando comprendemos que Dios es quién nos puede ayudar a cada momento, es Él que está acompañándonos en cada detalle, es Él quién puede llenar tu corazón y darte gozo y felicidad, es Él quién puede guiarte, liberarte de lo que te aflige. Es Él quién quiere darte esperanza, salud, sabiduría y fuerzas para cumplir tu destino de gloria.
Renueva tu vida espiritual, enciende el fuego en tu corazón, el Señor es tu ayudador, es un poderoso gigante que quiere vencer a todos tus enemigo.
Levántate hoy y deja de creer toda mentira del diablo, llénate con el Espíritu Santo de Dios y fortalece tu vida en la verdad de Dios en su palabra.
La promesa de Dios es que viviremos muchos años con satisfacción cuando seamos sabios y dejemos a Dios ser Dios en nuestra vida, cuando sigamos sus consejos y obedezcamos sus mandamientos.
Cuando comprendas con claridad que el único que puede cuidar tu familia, ayudarte en tu trabajo, mejorar tu salud y sanar tu cuerpo, es Dios, tendrás un gran cambio, Él quiere ser tu amigo a cada momento.
Déjalo guiarte, déjalo enseñarte, escúchalo y confía porque no encontrarás en ningún otro lado lo que solo nuestro creador de amor puede darnos.
Aviva el fuego de Dios hoy en tu vida, enciende tu corazón para seguir avanzando, creciendo y disfrutando cada día con satisfacción.
Hagamo juntos esta oración para renovarnos en el fuego de Dios:
“Padre Bueno hoy vengo a ti para arrepentirme si he buscado y puesto mi esperanza en cosas fuera de ti, hoy te pido que me renueves, fortalezcas y levantes para vivir en tu presencia cada día de mi vida”
“Renuncio a toda indiferencia espiritual, a toda frialdad en mi alma y a toda carnalidad que me ha alejado de ti”
“Transforma Señor, toda duda o incredulidad de mi vida en fe sobrenatural, en confianza que abre los cielos sobre mi”
“Cambio hoy mi mente incrédula y carnal por una mente que piensa de acuerdo a la palabra de Dios”.
“Te pido Señor que derrames sobre mi tu poder restaurador y renueves mi espíritu completamente”
“Me alineo a tu voluntad agradable y perfecta para mi, me dejo de creer cosas negativas y me enfoco en creer tus promesas de paz, satisfacción, salud y provisión abundante”
“Haz en mí tu voluntad, siembra en mi corazón tu destino de grandeza, lo que has preparado para mi desde antes de la fundación del mundo. Me pongo ahora bajo la cobertura de tu presencia por el Espíritu Santo y en el nombre de Jesús”
“Rompo, quito y echo fuera de mí todo lo que me aleja de tu voluntad para buscarte, adorarte y conocerte”
“Te pido que tu revelación de luz y vida de tu palabra ilumine mi ser para lograr todo aquello para lo que me has creado, y que pueda ser de bendición a todas las personas que me rodean”
“Pido, recibo y proclamo todo esto en el nombre de Jesucristo de Nazaret, Amén y Amén”