Esteban Correa

¡Transformados de Gloria en Gloria por Jesús!

Por Mario Serrano

“Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre”? (San Juan 14:9)

Jesús es la imagen del Padre. Cuando el Espíritu Santo viene a la vida de una persona y la llena con su presencia, el cambio y la transformación se hacen visibles también.. Dice 2 Corintios 3:18 NVI “Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu.”

A través de la obra y el accionar del Espíritu somos transformados reflejando las virtudes de Cristo, en la medida que nos entreguemos completamente a él.

Cuando la gente te mira a ti ¿Qué ve? Cuando tu esposo o esposa te mira, tus compañeros de trabajos o vecinos, compañeros de colegio que observan tu comportamiento ¿Ven a Jesús?.

Tal vez has intentado una y otra vez cambiar tu comportamiento, tu carácter, actitudes, costumbres, dejar vicios, apartarte de cosas o amistades que no te convienen, y una y otra vez has fallado. Tus intenciones son buenas, pero son débiles para hacer una transformación y un cambio verdadero. El Espíritu Santo hace en ti lo que tú no puedes por ti mismo

Los primeros discípulos fueron llamados cristianos, no porque profesaban una religión, sino porque su comportamiento era parecido al de Cristo.

Vivian como Cristo, amaban como Cristo. Tenían su fe, sus palabras y las mismas obras.

Jesús ha resucitado y hoy vive. Las personas solo pueden verlo a través de ti. ¡Este es el testimonio más grande de su resurrección!

Renuncia a toda costumbre, pecado, actitud que opaque la imagen de Cristo en ti. Llénate con el espíritu Santo, su poder en ti transformará progresivamente tu vida, reflejando como en un espejo la gloria del Señor.
Oremos así:

«Padre ayúdame a reflejar en mi vida la imagen de Cristo.

Renuncio a todo pecado, costumbre, actitudes y maneras de proceder que no permiten ver a Jesús en mi vida.
He intentado una y otra vez cambiar con mis fuerzas pero ha sido imposible.

Ayúdame Espíritu Santo, lléname de ti.

Recibo ahora tu toque de poder y amor. Restaura la imagen de Cristo en mi.

Ayúdame a ser tus manos, tus pies, tu voz y tu amor en este mundo.

Pido creo, declaro y recibo todo esto en el nombre de Jesús, amen».

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