Hoy recibirás un renuevo interior que te ayudará a seguir adelante a pesar de cualquier caída. No vencerás en tu fuerza, sino en la fuerza de Dios, y todo lo que te presiona a salir del camino recto es cortado en el nombre de Jesús.
En 2 Corintios 7:1 dice: “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”. Al abrirle nuestra vida a Jesús, el Espíritu Santo produce un cambio esencial en nuestro interior, liberando nuestra mente y corazón, y llegando a ser espiritualmente nuevas personas. Este cambio de naturaleza espiritual hace que comencemos a desear la palabra de Dios para alimentarnos y crecer espiritualmente. La nueva naturaleza comienza a tomar fuerza haciendo morir poco a poco a las viejas costumbres del pecado. La santidad llega a ser parte de nuestra nueva vida y comenzamos a amar lo que Dios ama y a rechazar lo que él rechaza. Cada día podemos elegir qué camino tomar, tenemos la capacidad, por el Espíritu de Dios, de obedecer, o darle lugar a las malas costumbres siguiendo el camino de la perdición. La biblia nos dice que si amamos a Dios, elegiremos limpiarnos, siguiendo la paz y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor (Hebreos 12:14). Si nos equivocamos, debemos arrepentirnos, recibir el perdón y enderezar el camino. En santiago 1:12 dice: “Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a quienes lo aman”.
Hagamos esta oración: “Dios padre te pido que me perdones y limpies de todo pecado. Ayúdame a ser santo como tu eres santo. Declaro que por el Espíritu Santo podré vencer toda tentación y no le daré lugar al mal, en el nombre de Jesús. Amén”.