LA ORACIÓN COMO GUERRA ESPIRITUAL
Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres … Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.
—1 Timoteo 2:1-4, rv60
Orar por otros es en muchas maneras la piedra angular de la guerra espiritual. Aunque Dios ama a la humanidad, no pierde los árboles individuales por ver el bosque. Él ama a la humanidad porque ama a cada individuo que integra el vasto mar de personas que viven en la tierra. Dios tiene un plan para cada una de sus vidas, pero Él también necesita que quienes lo conocen se pongan de pie en la brecha por los que no lo conocen y aboguen ante el cielo a favor de ellos.
Padre, coloca en mí la unción del guerrero de oración. Interrumpe mi agenda de hoy con los que necesitan tu toque. Dame palabras para los que están en necesidad. Dame oídos para oír su clamor y un corazón que sea lo suficientemente blando para sentir su dolor. Yo decreto restauración completa de todo lo que el enemigo ha robado de sus vidas. Por el poder de tu Espíritu, rompo toda cadena de esclavitud, sano toda herida, satisfago toda necesidad, y restauro la esperanza y el gozo que viene de la salvación por medio de tu Hijo. En el nombre de Jesús, amén.
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