Por Esteban Correa
Dios nos creó con la necesidad y capacidad de compartir con otros. Cuando una persona se aísla y no sabe socializar con nadie es porque tiene problemas, lo normal es que aprendamos a relacionarnos con otros; y es aquí, en nuestro entorno donde muchas veces recibimos una validación positiva o negativa que nos marca.
¿Qué es la validación? Es el acto de afirmar, fortalecer, motivar y hacer válida la identidad y las capacidades de los demás. Todos necesitamos que alguien nos afirme y valide, que nos de ánimo, esperanza y confirme nuestra capacidad.
Tal vez tus padres lo hicieron o no, quizás recibiste una validación más fuerte de parte de un amigo, compañeros o personas de tu entorno, pero debes recordar cada una de las palabras que te han dicho positivamente y tomarlas, recibirlas, recordarlas para que puedas vivir sano y libre para avanzar por más.
A continuación te presentamos 3 puntos para validar nuestra identidad.
Punto #1 Recibir la aprobación de Dios
Dios no espera que seas perfecto, él te ama incondicionalmente aun con todos los errores cometidos. La biblia dice que el nos amó aun cando estábamos perdidos en nuestros pecados.
No importa que alguien te haya rechazado o menospreciado, la verdad la tiene Dios y él te dice que te ama y aprueba así mismo como eres y en la condición que estés ahora. Solo debes darle gracias por su amor y recibirlo.
Punto #2 Recibir la aprobación de otros y rechazar lo negativo
La gran batalla que se desata sobre nosotros es solo una lucha por nuestra voluntad de creer o no creer. De creer lo que dice Dios o creer lo que personas odiosas, o inspiradas por el mal, han hablado para quebrantar tu corazón. ¡Pero hoy vengo a decirte que te levantes! que rechaces todas esas mentiras, que renuncies en el nombre de Jesús a creer lo malo, perdona a quienes alguna vez te ofendieron.
Eres una persona capaz de lograr grandes cosas, llena de talentos y capacidad divina, con un potencial enorme para bendecir al mundo. Tú puedes mucho más, vales mucho, nunca más te detengas, eres muy especial y Dios tiene un fuertísimo amor por ti ¡¡recíbelo!!
Punto # 3. Aprender a Validar a otros
Por último Dios nos levanta para animar, para perdonar, para dar otra oportunidad. Aprende a dar aliento y motivar a todos quienes te rodean, esta es la obra de Dios, demostrar su amor y dar palabras de sanidad y amor a todos los que podamos.
