Las promesas de Dios son para los hijos, y como responsabilidad tenemos que activar esas promesas, nuestra parte es obrar por fe, activar por fe todo aquello que el Señor nos promete en su palabra.
Las promesas de Dios son para los hijos, y como responsabilidad tenemos que activar esas promesas, nuestra parte es obrar por fe, activar por fe todo aquello que el Señor nos promete en su palabra.