Por Joel Osteen
Una mujer compraba feliz en Houston y tatareaba una melodía mientras escogía las cosas que quería adquirir y se acercó a la caja. La empleada la miró por un largo momento, mientras pensaba qué estaba mal con ella, ofreciéndole un obligatorio, ¿Cómo está usted?
Eso fue todo lo que necesitó para que enseguida la mujer contestara. “Qué amable de tu parte preguntarlo! Soy muy bendecida”. La vendedora miró a la mujer burlonamente por un momento y luego dijo, “Déjeme hacerle una pregunta. ¿Va usted a la iglesia Lakewood?”
“¿Por qué?, Si. ¿Cómo lo supo?”
La empleada sacudió la cabeza y sonrió, “Debería haberlo sabido. Todos los que viene aquí y son como tú, son de Lakewood”
!Qué gran cumplido! Esa es la forma como debería ser. El pueblo de Dios debería ser el más feliz de la tierra. Tan feliz, de hecho, que las otras personas lo noten. ¿Por qué? Porque no solo tenemos un futuro fabuloso, sino porque podemos disfrutar la vida hoy!
Vivir tu mejor vida ahora significa estar emocionado por la vida que Dios te ha dado. Eso significa creer que muchas cosas buenas vendrán en los próximos días, mientras vivimos el momento y lo disfrutamos al máximo.
Muy seguido, nos conformamos con el lugar en el que estamos en la vida y lo usamos como una excusa para seguir en la mediocridad. “Mis padres eran pobres”, lo decimos con un puchero. “Antes de ellos, mis abuelos eran pobres. Nadie en mi familia ascendió mucho, así que supongo que yo tampoco lo haré”
No creas esa mentira. Mi padre viene de una de las familias más pobres. Sus padres fueron algodoneros, y perdieron todo en la Gran depresión. Mi abuela trabajó de 14 a 15 horas por día lavando ropa de otra gente, ganando 10 centavos la hora.
Ellos fueron buenas personas, pero nadie en nuestra línea familia logró ascender mucho, vivieron bajo una maldición de pobreza y derrota. Entonces un día, cuando mi padre tenía 17 años entregó su vida a Cristo, y Dios puso un sueño en su corazón para predicar.
Ciertamente, las probabilidades estaban en su contra. Pero Dios no se limita por nuestro contexto, el pasado o presente de nuestra familia. Dios es limitado solo por nuestra falta de fe.
Estoy tan agradecido porque papi no escuchó a todos los criticones. El creyó que Dios tenía mucho más para el que quedarse en casa recogiendo algodón. Y gracias a que él se enfocó en su sueño y estuvo dispuesto a dar un paso de fe, el rompió la maldición de la pobreza. Ahora, mis hermanos y yo, y nuestros hijos, nietos e incluso biznietos, todos vamos a experimentar más de la bondad de Dios.
Déjame retarte a creer que hay más. No transites los siguientes 50 años estando en el mismo lugar donde estás hoy.
Quizás provienes de una familia como la de mi papá, donde no había mucho. Quizás tú provienes de una larga línea de divorcios, fracasos, depresión o mediocridad. Tú necesitas decir, “Suficiente es suficiente. Yo voy a empezar a creerle a Dios por cosas más grandes y mejores”.
Esa fue la actitud de Phyllis, uno de los miembros de Lakewood. Cuando Phyllis tenía 16 años, ella se quedó embarazada y tuvo que dejar la secundaria. Sus sueños se destrozaron. Ella rentó un apretado y pequeño departamento para vivir y criar a su hijo, eventualmente recibía ayuda social.
Pero finalmente Phyllis dijo, “yo me rehúso a pasarles este tipo de vida a mis hijos. Voy a ser la persona que Dios quiere que sea”. Ella se deshizo de todos los pensamientos de fracaso y derrota y empezó a recibir el favor sobrenatural de Dios. Ella hizo su parte, y Dios hizo lo suyo.
Phyllis tuvo un trabajo en la cafetería de la escuela recogiendo los tickets de alimentación de los niños. El trabajo ofrecía un salario mínimo, y Phyllis estaba agradecida por eso. Pero no se sentía satisfecha, creyendo que Dios tenía mejores cosas para ella. Regresó a la escuela para obtener su diploma de secundaria. Pero ella aún no se sentía satisfecha.
Así que, después de trabajar todo el día, ella empezó a ir a la universidad por las noches. En cuatro años, ella se graduó con honores, después regresó por un postgrado.
Hoy, Phyllis está cosechando todo ese esfuerzo. Ella no vive de la ayuda social; ella es la directora en la misma escuela del distrito donde ella recogía los tickets de alimentación. Ella, también, rompió la maldición de pobreza en su familia.
Tú también puedes hacer algo similar. Sueña grandes sueños. Dios quiere hacer mucho más de lo que alguna vez pensaste o pediste. Empieza a vivir tu mejor vida ahora!
“Si, pero Joel, ha sido un año difícil. He pasado por tantas decepciones. He perdido muchas buenas cosas”.
Tal vez pero, debes considerar esto: Si no fuera por la bondad de Dios, quizás habrías perdido todo. ¿Por qué no estar agradecido por lo que tienes? Deja de ver lo que está mal y empieza a agradecer a Dios por lo que está bien. Levántate cada día esperando el favor de Dios.
Este podría ser el día en el que recibas tu milagro. El día en que conozcas a la persona de tus sueños. El día en que tu hijo regrese a casa. Esa es la forma en la que puedes permanecer entusiasta, incluso en tiempos duros: Manteniéndote lleno de esperanza.
“ ¿Qué pasa si hago todo eso y no ocurre nada? Te escucho diciendo. “Me iré a la cama decepcionado, otra desilusión”.
No, tu puedes irte a la cama diciendo, Dios, aunque no pasó hoy, todavía creo que buenas cosas en mi vida pueden suceder, estoy una día más cerca de un avance.
Amigo, sin importar por lo que hayas pasado, sin importar de quién fue la culpa, sin importar cuan imposible pueda parecer tu situación, la buena noticia es que Dios quiere cambiarla y restituirte lo que te ha sido robado. Más que todo, El quiere restaurar tu relación con El.
Dios no quiere solamente que te sientas un poquito mejor por unos pocos días. No, Dios está en el negocio a largo plazo de restauración. El no solo quiere solamente que tu matrimonio sobreviva. El
quiere que se convierta en una relación fuerte y saludable. Dios no solo quiere que tu negocio atraviese las turbias aguas de la economía. Él quiere que tu negocio sobresalga.
Empieza a esperar que las cosas cambien a tu favor. Es tu fe la que activa el poder de Dios. Recuerda, si tu obedeces a Dios y te permites confiar en Él, tu tendrás lo mejor que esta vida pueda ofrecerte – y más. Tú puedes empezar a vivir tu mejor vida ahora.
Mensajes traducido y adaptado por AvanzaPorMas.com del pastor Joel Osteen, de la iglesia Lakewood en Huston Texas. USA. Fuente original: joelosteen.com/Pages/Article.aspx?articleid=6517