Por Mario Serrano
“Dejen que los niños que vengan a mí” Mateo 19:14
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A través de la historia hemos visto todo tipo de abuso y exceso en el trato con los niños. Hoy existen leyes que protegen el derecho de los niños. El evangelio de Cristo nos pone en la perspectiva correcta en relación a la importancia de los demás y el trato que cada persona merece.
Los discípulos entendían que Jesús estaba ocupado y que su persona era requerida por miles de individuos. Algunos de ellos enfermos terminales, donde el toque de Jesús era la diferencia entre la vida ya la muerte. Pero aun con una agenda tan apretada, el Señor encuentra un tiempo para los niños, y los bendice.
Más allá de nuestra agenda ocupada y de la cantidad de tareas que podamos realizar, necesitamos como padres, abuelos etc., tener un tiempo para nuestros niños. Es importante para los infantes los momentos que podamos compartir con ellos. En ocasiones compartir con ellos algún juego, o simplemente ser espectadores activos de sus ocurrencias. Jesús tomo tiempo para observar a los niños y sacar conclusiones con relación al reino de los cielos. Aun puedes aprender muchas cosas de los niños si tomas un tiempo para observarlos, escucharlos y disfrutarlos.
Bendice a tus hijos cada día, ora por ellos, revístelos de la bendición de Dios, cúbrelos y protege sus vidas del mal, intercede por sus estudios, crecimiento físico y espiritual y también por su futuro. Ninguna actividad, por más importante que sea, es más importante que tus pequeños.
“Padre celestial, Dame una perspectiva correcta de la vida. Quiero tener más tiempo con mis hijos, ayúdame a ver cuán importante es esto para ellos. Hazme ver la importancia de orar por ellos y bendecirlos en cada aspecto de sus vidas. Aunque la tiranía de las responsabilidades me abrumen con sus demandas, quiero seguir tu ejemplo, ayúdame a disponer tiempo para estar, compartir, orar y bendecir a mis hijos… en el nombre de Jesús, amén.
