Como le pasó al profeta Elías, hay circunstancias que son capaces de dejarte sin esperanzas, y no sabes ya qué hacer, pero el Señor te hablará y te dará su alimento para fortalecerte porque tiene nuevos planes.
En 1 Reyes 19:4-5 dice acerca de Elías el profeta “y caminó todo un día por el desierto. Llegó adonde había un arbusto, y se sentó a su sombra con ganas de morirse. «¡Estoy harto, Señor! —protestó—. Quítame la vida, pues no soy mejor que mis antepasados.» Luego se acostó debajo del arbusto y se quedó dormido. De repente, un ángel lo tocó y le dijo: «Levántate y come.»
A pesar de haber visto poderosos milagros, haber hecho maravillas ante el pueblo, y haber escuchado la voz de Dios muchas veces, se sintió tan desanimado y temeroso que le pidió al Señor que le quitara la vida. Sin ánimo, sin fuerzas y sin esperanza de vivir la respuesta de Dios fue que un ángel que le envió alimento y le dijo que se preparara, porque le quedaba un largo viaje todavía, luego, Dios salió a su encuentro, le habló nuevamente, y le dio nuevas órdenes.
Puede que también estés atravesando circunstancias así, y te sientas desalentado y sin esperanzas, sin embargo, la respuesta de Dios será que te alimentará son sus fuerzas nuevamente, te preparará para seguir adelante e incluso te mostrará nuevos planes que tiene para ti, porque el poder de Dios se manifestará en nuestra debilidad.
Oremos así:
«Dios Padre tu eres mi fuerza y mi poder, fuera de ti me siento solo y desanimado, pero te pido que hoy me hables y me guies. Recibo tus fuerzas para seguir adelante y cumplir con todo lo que tienes planeado para mi, te lo pido en el nombre de Jesús. Amén”