Devocionales

Recibiendo el amor de Dios en nuestras vidas con el Salmo 32

“Yo te haré saber y te enseñaré el camino en que debes andar; te aconsejaré con mis ojos puestos en ti.

Te haré entender, y te enseñaré el camino en que andarás; sobre ti fijaré mis ojos.El Señor dice: «Mis ojos están puestos en ti. Yo te daré instrucciones, te daré consejos, te enseñaré el camino que debes seguir”.

Padre eterno, has sembrado en nuestras almas el amor. Demuestras tu amor a tu Pueblo, Señor, Dios único y verdadero, nos dirigiste a los campos y fueron prósperos.  Nosotros te alabamos como proveedor de la abundancia de las tierras, del trabajo y de la salvación de las almas, seguimos tu camino sin temor, con amor, fieles a tu grandeza y poderío en el mundo entero. El mundo es un lugar desértico, seco, pero Tú, Señor, nos guías hasta acampar en la abundancia de tu amor.

Creo en tu Palabra, Señor, como dice en Oseas 2, en los versos 14 y 15 versión Reina Valera, donde dice:

“Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón. Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto.”

En ocasiones nos hemos desviado de tus caminos, no te rendimos culto adecuadamente o te ofrecemos ofrendas que tu no nos has pedido. Señor, antiguamente fuiste nuestro camino hacia tierras prósperas donde las cosechas eran abundantes para que estuviéramos alegres alabando tu gracia derramada en nosotros. Si nos hemos desviado recógenos y llévanos bajo tu amparo. Creemos en tu bondad y misericordia y te alabamos eternamente.

Alabado seas Señor, quien nos abriste los ojos a tu Gracia, para que te honremos y adoremos sólo a ti. Cambiaste la esclavitud, el arco y la guerra e hiciste alianzas con los depredadores, nos llenaste de alimentos, de buenas cosechas y abundancia para que descansáramos tranquilos, felices y en paz te conociéramos como el Señor, nuestro único Dios.

Señor, con tu inmensa misericordia y amor siempre nos has llevado por los caminos fértiles, en un valle de prosperidad y abundancia en el que siempre te alabaremos. Queremos entablar una nueva relación llena de paz y amor; una relación perfecta. Anunciando un nuevo pacto de amor inquebrantable de ti, Señor, para nosotros y de nosotros hacia ti.

Quienes seguimos tus enseñanzas y cumplimos con tus preceptos estamos bajo tus pies, a tu sombra, gozando de todo lo que nos das a lo largo del camino que has trazado para nosotros porque Tú, Señor, eres Dios de amor.

Nos dirigimos a tu gloria, Señor. En este camino despejado de cualquier infortunio o dolor. Te alabamos y creemos solo en ti, único Dios verdadero. Danos la dicha de estar en tu camino, acéptanos como humanos que hemos fallado, pero recapacitamos y volvemos al camino de la reconciliación a tu nombre. Danos esa paz que una vez gozaron nuestros ancestros, líbranos de toda injusticia y maldad, de toda esclavitud del cuerpo y alma para alabarte y glorificarte por siempre en este mundo y en la Gloria eterna.

Sigue siendo nuestro guía, no permitas que desfallezcamos, aumenta nuestra fe y amor hacia tu Santo Nombre; eres Dios misericordioso y lleno de bondad, por eso te pedimos que apartes de nosotros todo infortunio y llenes nuestros corazones de paz. Que la prosperidad sea nuestra luz para que nunca nos apartemos de ti y sigamos alabándote por siempre; que sepamos reconocer con humildad, entre los bienes que nos rodean, el inmenso amor que derramas sobre cada uno de nosotros. Señor, no dejes que nuestras almas se pierdan buscando tu respuesta, ayúdanos a encontrarte, danos tu amor, ten misericordia si hemos pecado, provéenos de lo que sane nuestro cuerpo y nuestra alma, permite que seamos prósperos.

Que reine la abundancia en nuestras vidas, en la de nuestros descendientes y nosotros cumpliremos el pacto que hicimos contigo antiguamente adorándote sólo a ti.  Te reconocemos como nuestro Dios, único, verdadero y universal. Te alabaremos por toda la eternidad en tu Gloria.

Que todas las naciones reconozcan tu poderío por siempre, Señor. Nosotros seguiremos llevando tu Palabra y siguiendo tus mandamientos. También llevaremos tu evangelio de amor que tanto nos has demostrado y que todos los pueblos han visto en nosotros. Te somos fieles y te alabamos por siempre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, amen.

 

 

 

 

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