Reflexiones Cristianas de Amor Escritas

No Existe Edad Ideal Para Tener Hijos. Cada Circunstancia es Única

Por Esteban Correa (editor de avanzapormas.com)

Creía que lo mejor era casarse después de los 30 años y tener hijos al cabo de varios años más. Al final me casé a los 21 y nació mi primer hijo dos años después. Ahora tengo 39, un hijo de 16, una hermosa niña de 8 y un bebe de 1 año.

Me parece perfectamente bien si decides no tener hijos, pero si tienes el deseo o la duda sobre tener hijos, este artículo te va a servir para tener un panorama resumido y al punto sobre lo más relevante que debes tener en cuenta.

No tengo idea cual sea la mejor edad, no creo que haya «mejor edad» para casarse ni para tener hijos. Este es el primer error que nos impone la familia, la sociedad, los amigos o quién sea que tenga influencia sobre nosotros.

Toda situación es diferente y cada circunstancia tiene particularidades únicas. Pero si estoy seguro que tener hijos fue para mi la mayor bendición que he recibido. Ha sido hasta aquí una vorágine de emociones, experiencias y vaivenes de todo tipo desde el nacimiento de mi primer hijo, pero sobre todo ha sido apasionante.

Es mentira que los hijos te cortan la posibilidad de lograr tus metas, al contrario, creo que las hacen mucho más hermosas, porque ellos te acompañan en el camino, son felices viendo tu progreso. Los hijos quieren verte crecer y superarte. Compartir con ellos tus propias metas es hacerlos parte de lo que es importante para ti, y eso los hace sentir valiosos a ellos y los inspira a ser mejores también.

Una frase común es: «se te corta todo con los hijos» y puedo decir que en mi caso, sí, es verdad; se te corta el aburrimiento, el vacío, la soledad, la desmotivación y el egoísmo.

Yo pienso en ellos cuando duermen, en lo que no debería haber hecho o dicho, pienso en todo lo que pudo haber sido un mal ejemplo y en mejorar, les intento enseñar que nadie es perfecto, pero que los padres queremos lo mejor para ellos, aunque también nos equivoquemos. Tener hijos con la persona que amas, es una experiencia indescriptible. No me alcanza decir que te llena el alma o te da felicidad, es una grandiosa sensación de plenitud.

Aunque cualquiera que asegura que en su matrimonio no hay conflictos, miente; aún así, con esas contiendas que pueden existir en nuestro diario vivir, la vida en familia es maravillosa.

Y si no puedes tener hijos por medios naturales, adoptar es una opción que deberías considerar, ya que padre verdadero es quien cría y  da su vida por ellos, y no quién los tiene biológicamente.

Hijos antes de los 20 

Yo no tuve hijos antes de los 20, pero creo que es muy importante utilizar esta etapa para instruirse y prepararse lo mejor que se pueda dentro de las posibilidades. Y si ya tienes un hijo o esperas uno, aún no cumpliendo 20 años, te felicito, ¡y adelante!. Dios te ayudará a cada paso. Da lo mejor de ti, que tienes toda la fuerza y la juventud para darle a tu hijo tus mejores años. Una ventaja de tener hijos tan jóven, es que desde esta edad se puede planificar en forma más cómoda tener muchos hijos para aquellos que lo deseen, y por otro tu hijos también se van a independizar siendo tu joven todavía y puedes hacer muchísimos planes y proyectos, si tienes hijos a los 18 años, ya a tus 35, tu hijo cumplirá 17, y pueda probablemente ya tener una vida independiente (o casi) y no consumir tanto tu tiempo de atención. Otra ventaja es que el cuerpo humano se encuentra en su mejor y más vigorosa etapa biológica.

Hijos entre los 20 y 30 años

Mi primer hijo nació a los 23 años y creí que no estaba preparado, pero hoy me doy cuenta que en mi situación (ya casado y viviendo con mi esposa), fue lo mejor que me pudo pasar. El matrimonio cambia mucho cuando nace el primer hijo, como que pegas un salto de madurez de golpe, tus compromisos y responsabilidad se hacen más  necesarios que nunca.

Dejas a un lado muchas de tus propias comodidades, dejas de dormir para que otro duerma, dejas de pasar tiempo de ocio para que otro la pase bien, dejas a un lado muchas distracciones y te enfocas en que ahora debes dar. Pero todo lo que das en tus hijos, todo lo que siembres en ellos, ten por seguro que lo vas a cosechar en muchas formas.

«Un hijo sabio trae alegría a su padre (…) « Proverbios 10:1

«Los hijos que nos nacen

cuando aún somos jóvenes,

hacen que nos sintamos seguros,

como guerreros bien armados».

Salmos 127:4 Traducción en lenguaje actual (TLA)

Ésta última promesa, ha sido una realidad para mí, porque en esa década de mis veinte, pude sentir un fuerte impulso en salir adelante, la presión que te empuja que debes hacer cosas para progresar y dar lo mejor a tu familia. Pude sentir y ver la mano de Dios obrar. Y la he visto una y otra vez desde entonces.

No podemos pensar de forma ilusoria o poco realista sobre la convivencia en la familia, porque siempre enfrentarás conflictos, pero es tan bello esto de luchar junto con tu cónyuge por llevar adelante tus hijos, por vivir de la mejor manera, y por cumplir todos tus sueños, que si esperas las condiciones cien por ciento óptimas tal vez nunca lleguen.

Hay muchos factores en la pareja que pueden afectar tu vida y circunstancias y si vas a posponer el plan de un hijo hasta muy tarde, tal vez el momento supuestamente «perfecto» nunca exista.

Si el hijo viene en alguna etapa no planificada, pero tomas la actitud correcta ante la vida, el Señor te ayudará dondequiera que vayas y en cualquier situación.

La particularidad de esta edad es que si te encuentras terminando una carrera o iniciando un proyecto de cualquier índole, debes saber que si quieres pasar tiempo con tu hijo, te costará algo más de esfuerzo, tendrás mucha más exigencia para todo.

Es importante que decidan cómo será la organización de la crianza, porque si ambos quieren están plenamente ocupados en sus actividades, tu hijo pasará más tiempo con una niñera, la guardería, los abuelos o quien sea que los cuide. Y esto en mi opinión no es muy recomendable. Los hijos necesitan el amor y tiempo son sus padres. He conocido casos donde ni la madre, ni el padre están en todo el día y sus hijos está siendo criados la mayor parte del tiempo por personas que ni siquiera son de la familia.

Hace muchos años debía hacer un trabajo en una casa que me solicitaron, el padre de la familia me llamó por teléfono, nunca lo conocí, fui a la casa y estaba la niñera, luego volví, y siempre hablábamos por teléfono. A la madre no la conocí, solo pude conocer a su pequeña hija que estaba al cuidado de dos mujeres, y pude notar que se burlaban de ella, y la niña no se daba cuenta. La pequeña les preguntaba cosas de todo tipo, y sin muchas ganas estas mujeres le contestaban lo que bien les parecía. Una planchaba la ropa y la otra se dedicaba a la limpieza general. Fue triste verlo porque esa niña sería criada y enseñada seguramente más por las niñeras que por sus padres.

Nunca es recomendable estresar a los niños con tantas responsabilidades y reduciendo el tiempo de calidad con sus padres, sobre todo los primeros cinco años, que son cruciales para la formación de su estima.

Hijos entre los 30 y los 40 años

Las ventajas a esta edad es que en general ya se tiene una estabilidad laboral y una madurez más sólida para ser padres. También es probable que ya no tengas que pasar demasiado tiempo estudiando una carrera universitaria, que en la mayoría de casos ya estaría concluida. Si bien es una edad aún de alta energía, a cada año que pase, a partir de aquí, la fertilidad comienza a decaer según los especialistas del tema. La cantidad y calidad de óvulos y espermatozoides comienzan a declinar. Lo que no significa que desaparezcan, podrás tener hijos aún por muchos años más.

También influye la cantidad de bebés que la pareja desea tener. Si quieres tener muchos hijos tal vez es mejor comenzar antes de los 30, por la exigencia física y mental que se necesita.

Mi último hijo nació cuando yo tenía 38 y mi esposa 39, y debo decir que no encontramos ningún obstáculo en la fertilidad. Las posibilidades de concepción, solo disminuyen, pero no desaparecen.

Le pregunté a mi esposa si el embarazo para ella había sido más difícil a los 39, pero me dijo que el agotamiento y complicaciones que experimentó cuando tuvimos a nuestro primer hijo a los 23 años, fue la misma que a los 39. Por esto es que no podemos generalizar, ni tratar de definir rigurosamente sobre la fortaleza y salud de la mujer, porque si bien, hay algunos indicadores o consejos de los profesionales, nada es cien por ciento contundente o definitivo en fertilidad.

Hijos después de los 40 

Mientras hacía los controles en la maternidad, conocí a otro padre que tenía un hijos recién nacido con más de 50 años y su esposa tenía 49, habían criado varios hijos ¡amaban tener hijos!. Me contaba que tenía un buen trabajo y ningún problema de salud. Se disgustaba mucho porque los doctores le recomendaron no tener más hijos, y no comprendía porque le querían impedir seguir siendo padre si tenía el dinero necesario para mantenerlos. Pude ver en ellos el amor y la pasión por ser padres.

Hay quienes darían cualquier cosa por tener sus propios hijos a cualquier edad, ya que luchan con infertilidad; y hay quienes se quejan de aquellos que tienen muchos hijos. Creo que nunca debemos juzgar a aquellos que quieren tener hijos a la edad que sea, porque hay multitud de razones que no conocemos por las que una persona quiera tener hijos luego de los 40 años y celebro que así sea, si hay amor, deseo y conciencia.

Nosotros planificamos nuestro último hijo, pero antes realizamos los chequeos médicos y todo nos dió bien, por lo que emprendimos la búsqueda con tranquilidad y conciencia, aunque sabíamos también de las murmuraciones que se dan entre los familiares y conocidos sobre esta decisión, sin embargo el Señor nos ha bendecido con un hermoso y saludable niño, lleno de energía y felicidad.

Las etapas principales del crecimiento del bebé

La ternura de los primeros años… y el agotamiento

Escuchar a tu hijo decir «Papá», verlo dar los primeros pasos, no tiene precio. Nada te podrá llenar tanto como ver a tus hijos crecer en los primeros años, la cantidad de bellos recuerdos que yo tengo sin innumerables. Cuando puedes lograr atravesar de la mejor manera esta etapa es algo de lo que no te olvidas nunca.

Es verdad también que es la etapa más exigente, requiere mucha atención y dedicación. El cansancio puede ser extremo por momentos, sobre todo el primer año, cuando se despiertan varias veces por noche. Y no es solo la noche, en todo momento necesitan extrema atención por sus cuidados de salud, los pañales, el pecho, el biberón, las primeras comidas, el baño, los controles médicos, el sumo cuidado con el frío, el calor, la humedad, y el tiempo para hacerlos dormir, son solo algunas de las cosas a las que te vas a enfrentar.

Pero los años pasan tan rápido, luego del año y medio aproximadamente los verás caminar y moverse con libertad. Pero debes vigilar más que nunca todo lo que agarran, que no tiren todo por el piso y se trepen por cualquier lugar que puedan.

Luego que ya caminan con seguridad, baja un poco la extrema intensidad de cuidados, podríamos decir de «Intenso Extremo» a «Muy Intenso«.

Luego de los 4 años

En esta edad ya encuentras una gran madurez y capacidad de independizarse en muchas cosas, ya no usan pañales, ni toman el pecho, ni biberones. En general dejan el chupete (aunque hay excepciones) Pero aquí comenzarás a tener los primeros diálogos divertidos, preguntan mucho, y demandan de otra manera, tal vez comenzando a pedir cosas. Sus caprichos se van sofisticando. Aquí la demanda pasa de «Muy intenso» a «Intenso«.

Comenzar el jardín de infantes y la escuela primaria es una de las etapas más emocionantes de la vida. Ellos comienzan a formar su mundo fuera de nosotros, fuera de la casa. Nuevos amigos, actividades y sus tareas. No hay etapas mejores que otras, ya que te puedo asegurar que todas son distintas y especiales.

Lo bueno para nosotros es que ahora tienen un tiempo en la escuela y pueden darnos un respiro luego de lo que fue la atención extrema de los primeros años.

Dos extremos peligrosos

Hay dos extremos muy malos a la hora de equilibrar nuestras metas y deseos personales con nuestra inversión de tiempo con ellos. Algunos optan por no resignar absolutamente nada de sus propios objetivos, y para eso intentan poner a sus hijos en cuanta actividad puedan para no ser estorbados: ¡Grave error! algún día lamentarás no haber estado más tiempo compartiendo charlas con ellos, escuchando sus pensamientos, enseñándoles todo lo que hay en tu corazón.

El peligro es que cuando dejas demasiado tiempo a tus hijos con otros, tendrán una gran influencia sobre ellos. Y quizás no te haga feliz ver que han adoptado una personalidad o ideas que no compartes. O peor aún que los hayan afectado negativamente. Es sumamente importante saber en manos de quienes están dejando a tus hijos. Los padres somos responsables de supervisar todo muy de cerca, sobre todo en su primera y segunda infancia.

El otro extremo peligroso es ser un padre super controlador, absorbente y obsesivo, esto logra como resultado hijos inseguros, que no saben tomar decisiones, que no saben como resolver y enfrentar conflictos.

Son hijos tan dependientes que terminan retrasando su madurez normal y siguen demasiado infantiles cuando llegan a la adolescencia. Esto les puede ocasionar muchos problemas sociales.

Tenemos que enseñarles cómo resolver conflictos y fomentar el desarrollo de sus talentos y habilidades, haciendo hincapié en sus fortalezas y no reprochando sus debilidades. No todos tenemos las mismas capacidades, cada personalidad tiene su belleza, cada persona tiene un don o habilidad, en algunos casos debemos ayudarles a encontrarla.

Si nos volvemos tan exigentes y tenemos expectativas irreales de todo lo que hagan, seremos críticos y severos con sus errores, lo que logrará adultos inseguros de si mismos y de sus capacidades.

A fin de cuentas, solo tú sabes cuándo será ese momento de planificar tener hijos, pero te puedo asegurar, que sea cuando sea, nunca te arrepentirás de compartir la vida con ellos. Te dejo una de las promesas más bellas de Dios sobre la familia y los hijos:

Salmos 128 Nueva Traducción Viviente (NTV)

1 ¡Qué feliz es el que teme al Señor,

todo el que sigue sus caminos!

2 Gozarás del fruto de tu trabajo;

¡qué feliz y próspero serás!

3 Tu esposa será como una vid fructífera,

floreciente en el hogar.

Tus hijos serán como vigorosos retoños de olivo

alrededor de tu mesa.

4 Esa es la bendición del Señor

para los que le temen.

5 Que el Señor te bendiga continuamente desde Sión;

que veas prosperar a Jerusalén durante toda tu vida.

6 Que vivas para disfrutar de tus nietos.

¡Que Israel tenga paz!

Ver También: «Oracion para tener un hijo» y «Oracion de protección por lo hijos«

No Existe Edad Ideal Para Tener Hijos. Cada Circunstancia es Única
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