Todos en la vida hemos experimentado alguna clase de fracaso, pero el fracaso no debe ser un motivo para que abandones la carrera.
Debemos aprender la gran diferencia que hay entre tener un fracaso o ser un fracasado, es algo totalmente distinto. Si tuviste un fracaso solo debes aprender de él, es comprensible que pudo haber sido duro, pero ese fracaso no eres tu, no te representa, si no es solo “un fracaso” aislado, tú eres una persona de éxito, inteligencia y hábil. Puedes utilizar aun ese supuesto “gran fracaso” para sacarle provecho.
Nadie es un fracasado, solo hemos experimentado “un fracaso” el problema está en sentirse una persona fracasada; pero ¡No! Esto no es así, eres una persona exitosa que se ha topado con un solo fracaso que no es más que un obstáculo a derribar, quitarlo del camino, reinventarse y seguir caminando.
Tal vez debas abrir más tu mente y comenzar a ver nuevas y amplias oportunidades que se te presentan día a día. Todas las personas que han tenido éxito en sus proyectos y hoy día tienen grandes instituciones, empresas, organizaciones y han llegado a influenciar y crecer enormemente en su actividad han experimentado varios fracasos previos. En biografías de grandes personalidades todos han pasado por el fracaso, pero nunca se creyeron a si mismo “personas fracasadas”.
Puedes levantarte y seguir, volver a reconstruir lo que no te funcionó. Hoy es el día de seguir intentándolo, no te canses de intentar.
En Asia del suroeste en el siglo XIV El ejército del conquistador asiático “Emperador Tamerlane” había sido derrotado y dispersado por un poderoso enemigo. Y el emperador estaba escondido en un pesebre abandonado mientras las tropas enemigas recorrían la comarca y estando desesperado observó a una hormiga tratando de llevar un grano de maíz por una pared perpendicular. El grano era más grande que la hormiga. El emperador contó sesenta y nueve intentos de la hormiga por llevar el granito. Sesenta y nueve veces se le cayó, pero en la número setenta logró empujar el maíz por la pared y el emperador viendo esto saltó gritando porque se dio cuenta que si la hormiga lo había logrado ¡El también podía! Reorganizó sus fuerzas volvió a enfrentar a sus enemigos y finalmente salio victorioso.
Si sientes que has fracasado vengo a decirte que solo has fallado un intento, ¡Sigue intentándolo, el éxito te espera!