Devocionales

Oración por las escuelas de nuestros hijos con el salmo 34 y proverbios 22

Padre de la gloria a ti te exaltamos y bendecimos, ¡Tú eres nuestro redentor y protector! Bendito sean los que confían en ti, porque eres su guardián y su guía. Tus ojos están sobre toda la tierra, y tus oídos están atentos al clamor de tus hijos ¡Grande es tu amor, poderosa es tu justicia y majestuosa tu santidad! Digno eres de toda adoración, Rey soberano y Gran Maestro que nos enseña a vivir por la fe porque en tus manos están nuestros tiempos.

Hoy elevamos una oración que sea dulce fragancia a tus pies, nos arrodillamos delante de ti y humillamos nuestra alma para pedirte por las instituciones, guarderías y colegios a los que asisten nuestros hijos. Guarda sus entradas y sus salidas, guíalos a hacer lo bueno y que sea desechado de sus mentes todo pensamiento de mal, venganza, violencia, agresividad y maltrato. Toda tentación dañina sea anulada en sus vidas. Te elevamos esta oración comprendiendo lo que dice tu palabra, en Proverbios 22:15 NVI:

“La necedad es parte del corazón juvenil, pero la vara de la disciplina la corrige.”

Espíritu Santo de Dios guíalos siempre a la verdad. ¡Hoy nos apropiamos de tu promesa! Pidiéndote Señor que envíes ángeles a cuidarlos, que sean su refugio, pronto auxilio y fortaleza: “El ángel del Señor acampa en torno a los que le temen; a su lado está para librarlos. Prueben y vean que el Señor es bueno; dichosos los que en él se refugian. Teman al Señor, ustedes sus santos, pues nada les falta a los que le temen.”

Salmos 34:7-9 NVI.

Dios de dioses, Señor de señores, eres el Dios de Abraham a quien le hablaste diciendo que multiplicarías su descendencia como las estrellas del cielo, es por ello que cumpliendo tu promesa guardaste la vida de su hijo Isaac y multiplicaste su familia por medio de su nieto Jacob, de quien le diste la expansión de las tribus de Israel; no existe otro dios para nosotros, a ti te creemos y te amamos, nuestro Señor Jesucristo murió en la cruz para que seamos salvos y vivamos para ver cumplidas todas tus promesas en nosotros y en nuestra descendencia.

¡Desatamos una cobertura especial con tu sangre preciosa, sobre la vida de nuestros hijos y te pedimos que tu nube de gloria esté en sus escuelas continuamente!

En tu nombre Señor Jesús, queda prohibida toda acechanza del maligno, todo plan perverso queda eliminado porque creemos en ti, Dios de Israel, Jehová de los Ejércitos.

Te pedimos Señor, que guardes a sus compañeros de clases, maestros y directores, que tu presencia ministre sanidad, armonía, paz, verdad, sabiduría y amor en su aula de clases. Guía a sus maestros a dar un buen ejemplo, a ser conscientes de los valores morales y espirituales, el respeto a sus semejantes, y que enseñen con disciplina unida al amor. Te lo pedimos Señor, así como nos lo dejaste escrito en Proverbios 22:6 NVI:

“Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará.”

Te damos gracias Jesús, nuestro Señor, porque al dirigirnos confiadamente a ti, nos concedes las fuerzas, y la paz de saber que ni nosotros ni nuestros hijos seremos arrebatados de tu mano, que somos valiosos para ti, como nos lo prometes en Salmos 34:15 al 17 de la NVI

“Los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones; el rostro del Señor está contra los que hacen el mal, para borrar de la tierra su memoria. Los justos claman, y el Señor los oye; los libra de todas sus angustias.”

Te bendecimos Señor, y creemos que todo está hecho en ti, gracias por tu infinito amor y gran protección, nuestros hijos están cubiertos y seguros en ti, creemos con firmeza que tus bendiciones los alcanzará en el nombre de Jesús, ¡Amén!

 

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