Enseña a tus niños a adorar a Dios, y enséñales del salmo 34, instrúyeles en como es Dios mismo, quien puede eliminar todos los temores, fobias, y confusiones que se presentan desde la temprana infancia; la palabra dice que, sin instruyes al niño en su camino, nunca se apartará de ÉL.
Liberarte, tú, es liberar a tus hijos y sus generaciones.