El profundo respeto a la palabra de Dios y el temor reverente hacia él, abrirá en tu vida los mayores beneficios temporales y eternos. La bendición del cielo se desata abundantemente sobre aquellos que le temen al Señor de todo corazón.
Proverbios 19:23 dice: “El temor del SEÑOR conduce a la vida; da un sueño tranquilo y evita los problemas”.
Siempre es peligroso cuando una persona deja de tener temor del Señor, porque comenzará a manejarse en su vida sin tener en cuenta la realidad espiritual, ignorando lo que Dios aprueba y lo que no. Tener temor de Dios es decidir cada día a la luz de su palabra. Cuando una persona pierde el temor reverente a Dios, se desliza a lo inmoral, sus pasiones se desenfrenan, y sus decisiones dejan de estar basadas en la integridad.
Tomar decisiones en contra de la voluntad de Dios abre las puertas al enemigo de nuestras almas, a la maldición y a las consecuencias del pecado. No tiene ninguna importancia lo que nosotros queremos mostrar ante los demás, ante Dios, el valor primordial se trata de cuáles son nuestros principios de vida, si basamos nuestras decisiones en la obediencia y amor hacia él, o a nuestro antojo. Si queremos tener un sueño tranquilo y evitar los problemas, examinemos nuestro corazón y dejemos a un lado toda decisión basada en la mentira, la codicia, el egoísmo, la estafa, la vanidad, la inmoralidad sexual, el orgullo y en toda clase de cosa contraria a la palabra de Dios.
Hagamos juntos esta oración:
“Señor, Dios mío, perdona y limpia mi vida de todo pecado e iniquidad, me comprometo a basar mi vida en la obediencia a los principios de tu palabra. A partir de hoy, el temor reverente hacia ti, serán mi guía ineludible en cada decisión. Creo y declaro que al obedecerte, veré tu favor y poder sobre mí en el nombre de Jesús. Amén.