Dios está disponible para ti hoy, para escucharte, para mostrarte su plan, para encaminarte si te has desviado de su propósito. Abre tu corazón para entender que el Dios que todo lo gobierna te quiere hablar.
Audio:
Daniel 10:12 dice: “Entonces aquel hombre me dijo: «No tengas miedo, Daniel, porque tus palabras fueron oídas desde el primer día en que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios. Precisamente por causa de tus palabras he venido”. En Nuestro diario vivir, tenemos de forma permanente un sinfín de distracciones, preocupaciones y deseos, que nos pueden desenfocar de nuestra verdadera fortaleza que viene del Señor. La preocupación es un pequeño pensamiento que crece sin que lo notemos demasiado, acostumbrándonos; llevándonos a olvidar, que Dios está disponible y listo para ayudarnos. La preocupación nos hace caer en la tentación de abandonar la oración y comenzar a querer solucionar todo, como si Dios no pudiera hacer nada por nosotros. La preocupación es la mirada del temor, que distorsiona la fe. Daniel había dispuesto su corazón a entender algo que Dios quería, a entender que Dios tiene un plan, que por mucho que nos hayamos desviado, Dios nos puede volver a encaminar hacia un mejor tiempo, hacia la liberación total. Nuestra fe no solo agrada a Dios, sino que además, es un compromiso para Él. Un compromiso que lo lleva a actuar para respondernos.
Hagamos esta oración:
“Dios Padre, hoy dispongo mi corazón como el profeta Daniel, sabiendo que en tu presencia tengo una respuesta, y que tienes un plan para ayudarme en toda situación. Humillo mi corazón ante ti para escuchar tu voz, te lo pido en el nombre de Jesús. Amén”
