Toda obediencia trae consigo grandes añadiduras, nada consigues si por ejemplo dices, que Dios es tu socio en todo lo que haces, si con tu corazón y tus obras lo deshonras; revisa siempre que en tus planes, esté Él, primero, cuando lo pones por sobre todas las cosas, te conviertes en olor fragante delante de su Presencia.
Procura siempre honrar a Dios, como nos manda en su palabra, el diezmo, la ofrenda, el pacto, junto a tu accionar diario, estarás tocando el corazón del Padre con tu adoración. Hónrale en lo secreto y te compensarán en público todo cuanto hagas.
