Si estás en la noche oscura, prepárate porque Dios te va a cambiar todo en un sólo día, te devolverá la esperanza, tus sueños, tu salud y tu economía. Cambiará tu lenguaje, ya no te quejarás, sino que alabaras a Dios, pues Su misericordia dura toda la vida. Entonces te levantarás y dirás: «Heme aquí Señor, envíame a mí».