Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén. 1 pedro 4.11
Uno de los regalos más preciosos que recibimos del Señor es la individualidad.
Individualidad significa “Cualidad por la que una persona o cosa se distingue de las demás.”
Puedes afirmar con seguridad que eres único y especial. Según estudios científicos, tus padres deberían tener millones de hijos para que existiera una ínfima posibilidad de crear a alguien igual a ti. Y más allá de ser diferentes unos de otros por la contextura física, color de ojos etc, Dios nos ha provisto a a todos de dones y capacidades exclusivas. El no pretende que nos desarrollemos en aquellas áreas para las cuales no fuimos creados. Por supuesto que debes ser capaz de realizar diferentes actividades, pero trata siempre de enfocarte en tus puntos fuertes y desarrollarlos. No debilitemos nuestras áreas de fortaleza en nuestro celo de hacer lo que no podemos.
Acéptate en la forma única e individual como Dios te ha creado. Desarrolla tus talentos al máximo. No trates de ser como los demás, Dios te ha hecho asi como eres. Sabiduría es descubrir tus dones y ponerlos a funcionar. El Señor espera que desarrolles y multipliques el don que has recibido. No compitas con otros, se la mejor versión de ti mismo en el lugar que él te ha puesto utilizando las habilidades y fortaleza que te ha otorgado.
Oremos asi: querido Padre celestial, gracias por hacerme único y especial. Perdóname si menosprecie o descuide los dones que has puesto en mí. Ahora comprendo que aquello que me hace diferente a otros, tú lo depositaste en mi y será lo que tu utilizaras para bendecir a los demás. Te alabo porque grandes y maravillosas son tus obras…en el nombre de Jesús. Amen
