REFLEXIÓN DEL DÍA
Cristo vino a morir en la cruz, porque el pecado y la maldad que habitan en el corazón del hombre, nos separan de Dios. Jesús en la cruz fue quien nos abrió camino por el derramamiento de su sangre, que al igual que la festividad de Pesaj Judía, que cada año requerda aquella liberación por la sangre de un cordero, hoy nosotros, la recordamos por el sacrificio de Jesús, que por su inocente sangre derramada, es actualmente nuestro cordero, que fue sacrificado para nuestra eterna salvación.
Oración:
«Señor Jesús, hoy reconozco que moriste por mí en la cruz, y que derramaste tu sangre inocente para quitar todo lo que me impedía experimentar tu presencia. Dios Padre, hoy te pido que rocíes mi vida con la Sangre de Cristo para limpiarme y te pido perdón por todos mis pecados. Confieso a tu Hijo Jesús como mi Señor y mi Salvador personal desde ahora y para siempre. Amén».
