Los creyentes tenemos la posibilidad de utilizar un reloj adelantado de la vida para vivir de forma anticipada a lo que esta por venir, lo podemos palpar y prever. Jesús dijo: “Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán.” (Mr. 11:24)
¿Como se hace para recibir lo que estamos pidiendo antes de que venga? Lo hacemos teniendo la convicción que viene por la fe presente que nos garantiza lo que esta por manifestarse plenamente en el futuro. Es como que reciba un documento que diga que dentro de 30 días debo ir a retirar una herencia a mi nombre con muchos bienes heredados. Aun no lo he recibido, pero ya me alegro de antemano, ya lo tengo asegurado, eso es festejar la respuesta de Dios anticipadamente. Dios puso su firma de que sus promesas se cumplen en nosotros. Si tienes la seguridad de que algo lo vas a recibir estás preparando el escenario para que eso venga.
Al pedir algo conforme a la voluntad de Dios, estamos seguros que nos oye y responde, por eso al pedir tengo la certeza de que eso viene.
En 1 Juan 5:14-15 nos dice: «Y ésta es la confianza que tenemos en él: si pedimos algo según su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, también sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.”.
Y cada vez que veas a alguien recibir algo que tú mismo deseas, lo que esta pasando es que Dios te esta mostrando como responde y cómo eso que ves está cerca de ti; y pronto te llegará, no envidies, festeja todas las bendiciones que vienen en aquellos que te rodean.
La visión que Dios puso en tu interior es mucho más grande de lo que puedas imaginar. Si no creemos en las visiones de Dios para nuestro futuro no podremos “verlas” para ser motivados y no trabajaremos de acuerdo a ellas, por el contrario, trabajaremos para lo poco, lo escaso. La visión es tu punto guía, tu norte, la luz que te encamina. Lo que Dios cree de mi es lo que tengo que ver en mi ojo espiritual. Como Dios me ve es como yo me tengo que ver.
Este es uno de los desafíos más grandes, poder desatar todo el potencial con el cual Dios nos creo. La fe, trae alguna visión interior de lo que debemos realizar y ésta hace que nos movamos de acuerdo a ella.
Cuando cierras los ojos y pides al Señor y lo adoras, te comienzas a gozar sabiendo que todo lo que el pone en tu mente se cumplirá, por eso no cierres lo ojos de tu visión, ábrelos y disfruta de antemano, ¡¡para Dios no hay imposibles!!