Autor Esteban Correa
El perdón es la base de toda sanidad en la mente, conciencia y corazón. El perdón es la clave de la liberación espiritual. El perdón es una barrera que debemos cruzar para ser totalmente libres en nuestro interior. Sin perdón hay dolor, hay rencor, hay resentimiento y amargura. Comienza hoy tu sanidad completa. Veamos a continuación las 4 clases de perdón que existen:
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La primer clase de perdón es: “Perdonarse a uno mismo”
Hay situaciones que producen una desilusión de nosotros mismos. Hay actitudes y hechos cometidos por nosotros que nos humillan, nos denigran y avergüenzan. Esta clase de fallas requieren de un auto-perdón. ¡Perdónate! Nadie es perfecto, la misma esencia defectuosa propensa a fallar existe en todos los seres humanos. Perdonarte a ti mismo es aceptar con humildad tu condición real de ser humano. Reconoce que no eres perfecto y comienza a mejorar.
La segunda forma de perdonar es: “Perdonar a otros”
Las heridas duelen y a veces mucho. Pero alguien dijo: “La mejor venganza es el perdón” porque la Falta de Perdón te Auto-Esclaviza. Te lastimas a ti mismo cuando no perdonas, mientras el ofensor no se percata de tus sentimientos. Tu Falta de perdón hacia otros te mantiene preso y atado a esa persona. ¡Se Libre perdonando! Tú eliges entre permanecer preso o hallar la libertad. Confiesa el perdón con tus labios, ¡¡Hazlo Y serás libre por siempre!!
El tercer perdón es: “Renunciar a pensar que Dios nos falló”
Este punto podemos definirlo como: “quitar la rebeldía”. Dios es perfecto y absolutamente santo, nunca se equivoca, pero muchas veces hay un resentimiento, una actitud inconsciente de que de alguna manera “por la culpa de Dios” pensamos que él nos falló.
¿Acaso Dios se equivoca? No, en absoluto. Pero nosotros percibimos por nuestro orgullo e ignorancia que Dios nos ha fallado en algunas ocasiones. Pensamos que ciertas tragedias e injusticias son una falla de Dios. Pero no es así. Cambia tu actitud si estás enojado con Dios. Porque él quiere lo mejor y jamás quiso nada malo para ti. No guardes rebeldías hacia Dios, eso te alejará más de tu felicidad. Renuncia a todo enojo con Dios, di al Señor: “Yo no tengo enojo contra ti”.
El cuarto tipo de perdón es: “El Perdón De Dios”
Fallamos muchas veces a Dios. Él es el creador de todo y juez del universo. Y Dios, a pesar de ser juez, no se complace en juzgar, sino en perdonar. Dios no tiene amor… ES AMOR. La misión de la venida de Cristo a la tierra fue perdonar