“En ocasiones la enfermedad es una bendición disfrazada”.
Como ya te lo puedes imaginar, no soporto las tradiciones humanas que les roban a las personas ¡la verdad de que Jesús llevó sus pecados y enfermedades en la Cruz! Esas tradiciones están basadas en mentiras y son mortales para la fe. En la Biblia leemos que las tradiciones de los hombres dejan sin efecto a la Palabra de Dios (Marcos 7:13), por tanto, continuemos en esta serie: Mentiras que creen los cristianos acerca de la sanidad, a fin de que podamos identificar y erradicar cualquier tradición hecha por el hombre que esté robando nuestra habilidad de vivir en salud divina.
Mentira No. 3: En ocasiones la enfermedad es una bendición disfrazada
En único momento en el que las personas creen en esa tradición es cuando están en la iglesia, y solo tratan a la enfermedad como una bendición cuando están alrededor de sus amigos religiosos. El resto del tiempo, intentan deshacerse de ella. Van al médico, toman medicina y hacen todo lo que pueden para estar sanos.
¿Por qué?
Porque, cualquier persona sana mentalmente, sabe que la enfermedad jamás es una bendición. Siempre será una maldición. Es la obra del diablo, y vino al mundo como resultado del pecado. En Deuteronomio 28, Dios describe con detalle que la maldición vino sobre la gente que quebrantó las leyes de Su Antiguo Testamento, y dice que en ella se incluye: «…toda enfermedad y toda plaga…» (Versículo 6).
Sin embargo, tengo buenas noticias: Como creyentes del Nuevo Testamento ¡hemos sido librados de esa maldición! Jesús nos redimió de ella. Cuando Él fue a la Cruz «se hizo maldición», para que por medio de Él la bendición de Abraham viniera a nosotros (Gálatas 3:13-14).
Isaías 53:4-5, lo dice de esta manera: «Con todo, él llevará sobre sí nuestros males, y sufrirá nuestros dolores… Pero él será herido por nuestros pecados; ¡molido por nuestras rebeliones! Sobre él vendrá el castigo de nuestra paz [necesario para obtenerla], y por su llaga [esa herida] seremos sanados».
En mi siguiente artículo, continuaré con la serie: Mentiras que los cristianos creen acerca de la sanidad #4. Hasta ese momento, lee Deuteronomio 28 y Gálatas 3:13-14, y medita en Isaías 53:4-5. Cambia tu forma de pensar hacia el hecho de que la enfermedad no es una bendición del Señor. Jesús murió para hacerte libre; no permitas que nadie —ni un miembro de tu familia, ni un hermano o hermana en el Señor, ni tu pastor ni cualquier predicador— te convenza de que Su pago incluye todo, excepto una completa y total liberación.
“La sanidad no es para este tiempo.”
Hoy, continuaré con la serie: Mentiras que creen los cristianos acerca de la sanidad, si te has perdido los temas anteriores, asegúrate de buscarlos de nuevo y leerlos. Estoy revelando la verdad escrita en la Palabra de Dios, la cual expone las tradiciones o mentiras religiosas que los cristianos creen acerca de la sanidad.
Es sorprendente pensar que cualquiera puede poner en duda la efectividad de la Palabra de Dios, pero la verdad es que la tradición puede lograrlo. Ésta te puede llevar hacia una severa apatía espiritual para que comiences a actuar como las personas de las que Jesús habla en Mateo 13:15. ¿Recuerdas cómo las describe? Él dijo: «Porque el corazón de este pueblo se ha endurecido; con dificultad oyen con los oídos, y han cerrado sus ojos; no sea que con sus ojos vean, y con sus oídos oigan, y con su corazón entiendan Y se vuelvan a mí, Y yo los sane».
Asegurémonos de que nuestro corazón no esté endurecido como el de esas personas. Continuemos exponiendo y eliminando las mentiras en tu vida acerca de la sanidad.
Mentira No. 4: La sanidad no es para este tiempo.
Esta tradición fue particularmente popular entre las personas religiosas, cuando yo era niña. Ellos creían que la sanidad ya había pasado. No estaban muy seguros de cuando sucedió, pero parecían seguros de su desaparición.
No obstante, cuando comencé a leer la Biblia, me di cuenta de que estaban equivocados. Descubrí que Dios dijo: «Yo soy el Señor, tu sanador» (Éxodo 15:26). Él no dijo: “Yo era el Señor tu sanador” o “Yo seré el Señor quien te sane algún día en el cielo”. Él declaró: “¡Yo soy tu Sanador, ahora mismo, hoy!”, «yo soy el Señor, y no cambio» (Malaquías 3:6).
Si esos versículos no hubieran tenido la suficiente revelación para convencerme de que la sanidad ya había pasado de moda, 2 Corintios 6:2 lo hubiera hecho. Ese versículo dice: «éste es el día de salvación». Salvación significa más que sólo nacer de nuevo. Significa liberación, preservación, liberación material y temporal del peligro y la aprehensión, perdón, conservación, protección, libertad, salud y restauración.
En otras palabras, la salvación trata tanto de sanidad como de cualquier otro beneficio de la redención. Por tanto, si necesitas sanidad puedes estar seguro siempre de que ¡hoy es tu día!
Ahora, déjame preguntarte: ¿Eso fue lo que te enseñaron al crecer? ¿Eso es lo que tu iglesia enseña en la actualidad? Si no te han enseñado esa verdad, entonces te desafío a que busques una iglesia en tu ciudad, que enseñe la Palabra de Dios y que permanezca firme en fe contigo para que recibas tu sanidad. ¡No te conformes con nada menos que lo mejor que Dios tiene para tu vida!
Después, continuaré destapando Mentiras que los cristianos creen acerca de la sanidad #5. No hemos terminado de dar a conocer las tradiciones religiosas que te mantienen enfermo y cansado. Así que prepárate para aprender lo que en realidad dice en la Palabra de Dios ¡para que puedas vivir en salud divina!