Señor en esta Mañana, me Acerco a ti en Oración
Por Mario Serrano
Me presentaré delante de ti y esperaré. Reconozco que a veces se hace difícil esperar, pero aquieto mi alma y corazón
Desisto pensar ahora en todas las ocupaciones y responsabilidades que tengo que realizar.
Sé que en este tiempo de comunión contigo, se abrirán tesoros de bendiciones y misericordias.
Ven Espíritu Santo sacia la sed de mi corazón. Aliméntame con el pan del cielo, con esa porción que has reservado para mí. Desborda este corazón afligido y atribulado, con tu consuelo gozo y paz. En medio de las tormentas, pruebas y tribulaciones sé que tú estás conmigo.
Dice tu palabra que aunque pase por el fuego, este no me quemara, aunque pase por las aguas, estas no me anegarán, porque estas junto a mí. Recibo esa paz que me sobrepasa todo entendimiento, y a medida que me ponga en contacto con otras personas, que esa misma paz se derrame hacia ellos.
Al entrar hoy a un lugar quiero desatar tu paz. Declaro paz en mi familia, paz en mi trabajo, paz en mi barrio, ciudad y nación. Mientras estoy en comunión contigo, trae claridad a mi mente, sabiduría y luz, para tomar decisiones sabias que glorifiquen tu nombre y bendigan mi vida y familia. Sé que he sido creado para alabanza de la gloria de tu gracia, por lo tanto quiero caminar en este día glorificando tu nombre que en cada paso que dé.
Que mi vida, sea un testimonio de lo maravilloso que es conocer a un Dios vivo que ama, protege y tiene abundancia de bendiciones para sus hijos. Gracias padre por tus bendiciones, que has derramado en forma abundante sobre mi vida por medio de Cristo. Gracias por la sangre de Jesús, que me limpia, purifica y me aceptó.
Ahora puedo estar parado con confianza ante ti por el poder de esa sangre que me hace justo y aprobado delante de tu presencia. Cuando los problemas y desafíos del día vengan hacia mí, les recordaré, que tú, mi Dios, eres más grande que cualquier desafío o dificultad.
Declaro este, un día de victoria, conquista, bendición, salud y prosperidad abundante. A través de este tiempo de comunión contigo recibo la llenura de tu Espíritu Santo. Mi corazón es encendido a través de ese fuego abrazador. Arde la llama nuevamente en mi altar hoy. Se enciende el deseo de buscarte más y más cada día. Se enciende la llama de la santidad y la consagración.
Se aviva también el deseo de leer y escudriñar tu palabra para saber lo que quieres y tienes para mi cada día, y también se inflama el deseo de servirte a ti y a quienes me rodean. Así como el sacerdote en el antiguo testamento debía vigilar que el fuego del altar nunca no se consumiera.
Que hoy arda tu fuego más y más en el altar de mi corazón. Pido, creo declaro y recibo todo esto y mucho más, en el nombre de Jesús, amen.
