Estudios Biblicos

¡La Oración Es Tu Arma Más Poderosa!

Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Marcos 11:24

Mediante ella enfermos fueron sanados, cuando otros métodos fracasaron. Personas atadas a los vicios y oprimidas por fuerzas de oscuridad fueron liberadas. Mediante la oración recibimos guía en momentos de crisis.

También individuos que estaban destruidos y alejados del Señor, hallaron el camino de la salvación y sus vidas fueron totalmente restauradas por la oración de amigos y familiares. A través de la oración recibimos paz, consuelo, sabiduría y fortaleza. Esta debería ser un acto natural para cada cristiano, tan natural como la respiración.
Sin embargo, la oración por sí misma es infructuosa si no va acompañada de fe.

Oración es más que repetir frases aprendidas o decir palabras si sentido. La oración que logra resultados es aquella que es realizada con fe. Por ello es importante cuando ores que tu mente se enfoque en el resultado final. El versículo de hoy menciona que cuando oremos pensemos y creamos que ya hemos recibido lo que estamos pidiendo. Nuestra mente no debe estar enfocada en las palabras a utilizar o en la postura que adoptaremos en la oración sino más bien en ver de antemano la realización de nuestro pedido.

Para ello debemos tener o buscar un espacio libre de distracciones, aquietar nuestro espíritu atribulado y acongojado y con fe, viendo de antemano nuestra victoria, dirigir nuestra oración a Dios. En ese momento lo que parecía imposible comenzara a suceder. ¡Si, los milagros ocurrirán!

En todo momento ten la certeza, no importa dónde te encuentres, la presencia de Dios te rodea, su oído está atento a tu petición y puedes mediante la oración, pedir, reclamar y recibir lo que estas necesitando.

Usa este privilegio y acompáñame en esta oración.

Dios mío, gracias por tu divina presencia que me rodea ahora mismo. Tomo este momento a solas para estar contigo.
Tengo fe y seguridad. Sé que recibo de ti todo aquello que estoy necesitando. Gracias por todas las bendiciones recibidas en el pasado y gracias por las que voy a recibir ahora mismo y en el futuro.

Quito ahora de mi mente toda preocupación y distracción y me enfoco con fe en tu respuesta. Sé que al orar de esta forma recibiré mi petición. Así lo dice tu palabra Por tanto lo creo y recibo en el nombre de Jesús amen.

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