Devocionales

Jesús Quitó lo que Impedía el Contacto con Dios

Ya nada puede impedir que nos conectemos con Dios. Hoy puedes recibir su amor, y sentir su presencia. Jesús se encargó de ser nuestra pascua, lo que significa que quitó la barrera que nos separaba del creador.

La biblia nos dice en Mateo 20:28 que Jesús no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos. Dios, en la antigüedad necesitó liberar a su pueblo de la esclavitud, y protegió a su pueblo de la muerte con la sangre de un cordero, con la que debían pintar la entrada de su casa. Esto resultó en que el opresor Faraón de Egipto, liberara a los judíos para siempre. Cristo vino a morir en la cruz, porque el pecado y la maldad que habitan en el corazón del hombre, nos separan de Dios. Todos necesitamos conectarnos con Dios para sentir su amorosa presencia, y Jesús en la cruz, fue quien nos abrió el camino por el derramamiento de su sangre, que al igual que la pascua judía, que cada año recuerda aquella liberación por la sangre de un cordero, hoy nosotros, la recordamos por el sacrificio de Jesús, que por su inocente sangre derramada, es actualmente nuestro cordero, que fue sacrificado para nuestra eterna salvación. Si hoy decides ser rociado por esa sangre preciosa, el poder de la maldición, el pecado y la desesperanza, desaparecerán de tu vida para siempre. Te invito a que hagas esta oración de bendición eterna y la compartas con tus contactos:

“Señor Jesús, hoy reconozco que moriste por mí en la cruz, y que derramaste tu sangre inocente para quitar todo lo que me impedía experimentar tu presencia. Dios Padre, hoy te pido que rocíes mi vida con la sangre de Cristo para limpiarme, te pido perdón por todos mis pecados. Confieso a tu Hijo Jesús como mi Señor y Salvador personal desde ahora y para siempre, Amén”

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