La promesa de Dios es que si pedimos cosas conforme a su voluntad, Él nos oye y tenemos asegurada una respuesta. El Señor quiere tu fidelidad y tu compromiso. Así podremos experimentar el favor y el poder de Dios en todo tiempo.
En 1 Juan 5:14 dice. “Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye”. Saber la voluntad de Dios nos garantiza que Él nos esté escuchando y que las respuestas vendrán a su tiempo. Algunos se olvidan de Dios por años, hacen todo lo contrario a lo que Él pide, y luego de forma urgente buscan a Dios por algún motivo y pretenden una respuesta inmediata. A veces los problemas son un llamado a volverse a Dios y debemos hacerlo de corazón, dispuestos a ser constantes. En la oración debemos ante todo reconocer la grandeza de Dios y adorarlo, dando gracias por todo lo que hizo por nosotros, también debemos pedir perdón y arrepentirnos, confesando todo pecado. Es primordial además que perdonemos a quienes nos han ofendido, el perdón es una decisión que nos libera y nos abre la puerta para orar eficazmente. Por otro lado debemos pedir con fe, su voluntad es bendecirnos en todo. Sus promesas son nuestra guía y deben estar en nuestra boca día y noche, declarando que Dios es fiel y que nos contestará, estar en comunión con él debe ser nuestra prioridad de vida, así estaremos bajo su protección y ayuda siempre.
C. Oración y declaración:
Hagamos esta oración: “Dios Padre te que me ayudes a orar conforme a tu voluntad, en conocimiento de tus promesas de amor. Me comprometo a serte fiel y te doy la prioridad en mi vida para que seas lo más importante, sé que permaneciendo en fe ante ti todo lo que te pido sucederá, lo declaro en el nombre de Jesús. Amén”