Por Cindy Jacobs
En el proceso de encontrar la libertad emocional en el Señor, he llegado a entender que una de las herramientas más efectivas que el enemigo usa en contra de nosotros es torcer nuestra identidad.
Si el enemigo puede manipular nuestra creencia en quién Dios nos creó para ser, él puede usar ese engaño para mantenernos fuera del verdadero camino de vida.
Identidad en crisis
Cuando yo tenía 7 años, mi hogar de repente se desmoronó, y mis padres se divorciaron. Fuimos enviados a otro estado para que viviera con unos parientes en su granja y me dijeron abruptamente que también me adoptarían. Pasé de sentirme como una princesa a un peón en cuestión de semanas. Para una chica que estaba acostumbrada a vivir una vida en la ciudad con la seguridad de sus padres, ser empujada repentinamente a vivir con una familia diferente y la dura vida de granja causó un colapso en mi identidad.
Para cuando llegué a los 26 años, estaba profundamente confundida sobre quién era yo para Dios. Había una enorme desconexión para mí porque la vida con la que había crecido no parecía tener ningún sentido para mí. Aunque trataba de conformarme, continuamente me sentía extraña a todo.
El amor descendió y me rescató a través de una hermosa mujer que me ayudó a orar y enderezar lo que el enemigo le hizo a mi identidad. En una de nuestras sesiones de oración, el Señor me dio la visión de una niña pequeña, de unos 7 años, que era una princesa de oro, pero estaba cubierta de lodo de cerdo. Y era precisamente como me sentía. Si yo era una princesa, ¿por qué estaba en una fosa de cerdos? Empecé a ver como el lodo resbalaba por la princesa de oro, y escuché al Espíritu Santo decir, “El lodo solo se pega si tú lo permites”.
Sentí una luz brillante resplandecer a través de mi confuso mundo por primera vez desde que tenía 7 años. El Espíritu Santo me estaba diciendo que yo era realmente una princesa – la hija de un Rey y preciosa para El. Las feas experiencias de mi rota familia y la dura vida en la granja no definían mi identidad. No debía dejar que la desaprobación de otra gente se me pegue. Yo podía simplemente dejar que se cayeran porque la única aprobación que realmente importaba venía de Aquel quien me creó.
Mi identidad descansa en la verdad de que soy la hija de un Rey. Nadie puede quitarme eso – sino lo dejo.
Exponiendo la estrategia del enemigo.
En los años que llevo discipulando a otras personas, he podido reconocer un patrón. El enemigo intenta hacernos sentir impotentes deshumanizándonos. Una vez que nos sentimos impotentes, el tiene una puerta abierta para distorsionar la verdad sobre quien nos hizo Dios. Es un proceso de dos pasos: primero impotencia, después manipulación espiritual.
Esto es lo que le pasó a Eva en el Jardín del Edén. Ella le permitió que las palabras de la serpiente penetrar a su corazón, causando duda sobre el amor que Dios tenía por ella. La identidad de Eva entró en confusión cuando creyó la mentira de que Dios no tenía su mejor interés en ella. Una vez que ella dudó sobre su valor para Dios, el enemigo pudo engañarla para que comiera el fruto.
Esta es exactamente la misma fórmula que el enemigo usa hoy. El permite que dudemos sobre nuestra verdadera identidad; después el nos manipula a través de personas y situaciones para que creamos mentiras que nos paralizan de cumplir la voluntad de Dios en nuestras vidas.
Pero solo podemos ser manipulados por el enemigo si le permitimos robar nuestra identidad en Cristo.
Recuerda quién eres?
En 1Reyes 17 y 18, Elías se paró por tres años en contra del Rey Ahab en la mitad de una hambruna. Después se paró en contra de 450 profetas de Baal en el Monte Carmelo y los derrotó. La reina Jezabel estaba enojada por haber perdido en el Monte Carmelo y amenazó a Elías de que iba a matarlo.
Elías estaba cansado y emocionalmente agotado. El olvidó quién era y permitió que las palabras de Jezabel penetraran su corazón. En lugar de enfrentarla, el ataque a su identidad causó que el huyera y se deprimiera profundamente. Si Elías hubiera recordado quien era verdaderamente, el lodo que Jezabel le lanzó no se le habría pegado.
Nosotros vemos este tipo de manipulación espiritual en una historia más reciente cuando Adolfo Hitler manipuló un país entero. Alemania perdió la primera Guerra Mundial y sufrió las consecuencias de pagar indemnizaciones, causando profundos problemas económicos para el país. 1. El desempleo masivo y la hiperinflación ocasionó que los ciudadanos del país se sintieran impotentes.
Ese sentido de impotencia en la gentes de Alemania los hizo sentirse deshumanizados; por tanto, ellos estuvieron vulnerables a que su identidad se torciera. Esto abrió una puerta a los nazis para que manipularan espiritualmente las mentes de la gente alemana. En lugar de recibir su identidad de Dios, ellos encontraron una identidad distorsionada en el nacionalismo.
Consideren la bandera nazi, produjeron el símbolo de una cruz retorcida. Una imagen tan apropiada de cómo el enemigo trabajó en contra de la verdadera identidad de Alemania. El enemigo les hizo sentir impotentes, después torció su pensamiento a través de un humano portavoz que desafiaba la última verdad de lo que Jesús logró en la cruz.
Felizmente, Dios es un restaurador de almas. El restauró a Elías, aunque tomó un poco de tiempo. El está aún restaurando Alemania, aunque también tome un poco de tiempo. Sobre todo, Dios puede restaurarte a ti.
Nuestro Padre del cielo quiere que nosotros seamos plantados sobre un fundamento firme mientras navegamos por la vida. El desea que realmente sepamos quienes somos en El. El quiere que seamos liberados de nuestras torcidas identidades, para que completemos nuestro propósito en la tierra. El quiere que podamos resistir al diablo y seamos fuertes. Hagamos que los torcidos lugares de nuestra mente se enderecen mientras nos preparamos para el regreso del Rey.
Pasos hacia la Totalidad
Para llegar a ser un todo, debemos dirigir áreas en nuestras vidas en las que estamos confundidas sobre quiénes somos y enfrentemos las mentiras que han afectado nuestra identidad en Cristo.
Pasar tiempo en oración con nuestro Padre Dios, pidiendo al espíritu de verdad que revele cualquier mentira que creímos sobre nosotros mismos.
Mientras El te lo muestra, renuncia a esas mentiras en voz alta (Por ejemplo, “Renuncio a la mentira de que no soy lo suficiente”. Después pídele a Dios la verdad (“Padre Dios, cuál es Tu verdad sobre mi?) En silencio escucha a la pequeña voz en tu espíritu. Cuando escuches la verdad, es importante que lo declares con voz alta y escríbelo. En cualquier momento en el que el enemigo intente que dudemos de quienes somos, tu necesitarás usar la verdad del Padre como una espada en contra de sus tácticas.
Olvida a la gente que te deja creer estas mentiras. Mientras estas personas son reveladas, pídele a Dios que rompa lo que lo te mantiene unida a esas personas.
Pídele a Dios que retire cualquier pensamiento torcido de tu mente y lo reemplace con la mente de Cristo. Después pídele que te devuelva tu verdadera identidad.
Mensaje de Cindy Jacobs, reconocida oradora, conferencista y profeta de Dios. Traducido y adaptado por avanzapormas.com fuente: generals.org/articles/single/recognizing-overcoming-spiritual-identity-theft/