Reflexiones Cristianas de Amor Escritas

Salmo 37 Explicación Parte 2 Con Oración

A continuación realizaremos la segunda parte del estudio del Salmo 37, a partir del versículo 12.

Si aún no has recibido la primera parte de este salmo, te invitamos a buscar el video del salmo 37 en nuestro canal de avanzapormas.com.

Continuaremos en este caso con la versión Reina Valera Contemporánea. Luego haremos una oración final.

Versículos del 12 al 15 dicen así:

“Los malvados conspiran contra los justos, y rechinan los dientes contra ellos. Pero el Señor se burla de ellos porque sabe que ya viene su hora. Los malvados sacan la espada, tensan el arco, para derribar a los pobres y necesitados, para acabar con los hombres cabales; pero su espada les partirá el corazón, y su arco se romperá en mil pedazos”. Salmo 37:12-15

Los malvados en el contexto bíblico no tiene que ver con personas que puedan haber hecho una maldad o que hayan tenido una mala actitud, porque sabemos que el Señor perdona a todos aquellos que vienen a Él a pedir perdón. Dios acepta a todas las personas, no importa lo que hayan hecho, todo aquel que viene a Jesús con un corazón sincero buscando su ayuda recibirá el perdón de Dios y la restauración. Cuando se habla del malvado, dentro del contexto bíblico se refiere a personas que no se arrepienten de su maldad, que no tienen en cuenta a Dios, que actúan como si nunca tendrían que dar cuenta de sus malos caminos al Señor, voluntariamente lo ignoran o simplemente no les importa las consecuencias. Se inclinan a la maldad, y a pesar del llamado de Dios a un cambio siguen obstinadamente haciendo cosas malas. El temor de Dios no está en sus corazones.

En el evangelio de Juan 3:19-21 en la Nueva Traducción Viviente de la biblia (NTV) lo dice así:

“Esta condenación se basa en el siguiente hecho: la luz de Dios llegó al mundo, pero la gente amó más la oscuridad que la luz, porque sus acciones eran malvadas. Todos los que hacen el mal odian la luz y se niegan a acercarse a ella porque temen que sus pecados queden al descubierto, pero los que hacen lo correcto se acercan a la luz, para que otros puedan ver que están haciendo lo que Dios quiere”.

Este tipo de malvados no solo no tienen respeto ni temor de Dios, sino que atentan contra el justo, aborrecen las buenas obras de los hijos de Dios. Es probable que los justos sean una amenaza contra sus obras corruptas, porque el corrupto de alguna manera quiere corromper a los demás para que no se note su propia corrupción.

Por eso es común que puedas llegar a molestarle a personas que rechazan a Dios, no hay comunión entre la luz y las tinieblas. En la biblia podemos ver como los profetas eran perseguidos por anunciar la palabra de Dios, como Jesùs y los apóstoles eran acosados por religiosos hipócritas. Pero el Señor ayudará a todo aquel que quiera hacer lo bueno y que lo busque. Lo guardará de la mano de los malvados. Estas personas creen que podrán hacer lo que quieran sin tener consecuencia, piensan que tienen todo controlado. Pero el Señor no dejará que maltraten a los justos, ellos tiene un tiempo señalados para el fin a sus obras.

El versículo 13 del salmo 37 lo resume de esta manera: “Pero el Señor se burla de ellos porque sabe que ya viene su hora”. Si te mantiene en fe, haciendo lo correcto y buscando a Dios, el te librará de las obras de los malvados.

El malvado no tiene compasión, no tiene amor por otros, por eso también se lo llama: impío, que significa que no hay piedad en su corazón. El impío es capaz de explotar, utilizar, engañar y destruir la vida de los pobres y necesitados, contrariamente a lo que Dios nos dice en su palabra, que ayudemos y amemos a las personas.

Por otro lado vemos que el malvado tiene planes de destrucción, pero miremos lo que dice proverbios 26:27:

“Si tiendes una trampa para otros, tú mismo caerás en ella. Si echas a rodar una roca sobre otros, no los aplastará a ellos sino a ti”.

Recordemos también la historia del malvado Amán, relatada en Ester capítulo 7, que terminó condenado en el mismo lugar que había preparado para condenar al justo Mardoqueo.

Todas las trampas de los malvados, serán al final para ellos y el Señor romperá todas las cosas con las que un malvado pretenda destruir a los justos.

Del Versículo 16 al 18 dice así:

“Es mejor lo poco del hombre justo que las riquezas de muchos pecadores, porque el Señor sostiene a los justos pero pondrá fin al poder de los malvados. El Señor cuida de los hombres honrados; y mantendrá la herencia de ellos para siempre”.

La bendición que parezca escasa en las manos de un justo, tendrá más beneficios que las muchas riquezas acumuladas por medio de la corrupción, la mentira y la estafa. Porque la bendición de Dios está en los que hacen el bien, no importa la cantidad, lo que importa es la bendición de Dios. Lo que Dios bendice también lo multiplica, como lo hizo Jesús con una multitud que necesitaba provisión. Si la bendición está en nosotros, Dios puede tomar lo poco que tenemos para bendecirlo y multiplicarlo, sin embargo la protección de Dios no está sobre el malvado, porque por más que acumule su riqueza, terminara de mala manera.

El versículo 17 del salmo 37 dice que el poder de los malvados tendrá fin, algunas versiones dicen, el brazo de los malvados será quebrado. No importa que tanto prospere un injusto, sus obras no prevalecerán. El brazo nos habla de su trabajo, del poder con que cuentan, solo los que hagan lo bueno tendrán la bendición que no añade tristeza y vivirán felices, prevaleciendo sobre los circunstancias difíciles en este tiempo y luego en el reino de Dios.

Aquel que camina en integridad, será protegido por el Señor. Pero el malvado está expuesto a la ruina. En Proverbios 2:7-8 en la Nueva Traducción Viviente (NTV) lo dice esta manera:

“Al que es honrado, él le concede el tesoro del sentido común. Él es un escudo para los que caminan con integridad.
Él cuida las sendas de los justos y protege a los que le son fieles”.

Cuando nos ocupamos de hacer lo que Dios nos dice, buscándolo en oración y lo tenemos en cuenta. Él nos cuida como nadie más podría hacerlo.

Versículos 19 y 20, dicen:

“No serán avergonzados en tiempos difíciles; tendrán más que suficiente aun en tiempo de hambre. Pero los perversos morirán; los enemigos del Señor son como las flores del campo, desaparecerán como el humo”. Salmo 37:19-20

Esta es una grandiosa promesa para los justos, cuando vengan tiempos difíciles o tiempos de hambre, no seremos avergonzados, a veces vivimos crisis en nuestros países o en la actividad a la que nos dedicamos, pero el Señor no nos abandonará. Si ahora estás atravesando algún tipo de crisis, toma esa palabra para ti, hoy el Señor te está hablando, su poder obrará a tu favor y saldrás de la crisis. Enfócate en el amor y el poder de Dios, Él se ocupa de cada detalle de tu vida. Confía en que no serás avergonzado.

Los tiempo de hambre son tiempos de escasez, pero no son para siempre, Dios no te llamo a vivir en el desierto, te llamó a heredar sus promesas, qué es la tierra de bendición en la que te debes parar. Procura ante todo tener un corazón correcto ante los ojos del Señor.

La prosperidad del injusto dura como las flores del campo, pronto desaparecerán como el humo. Pero tú, confiesa todos tus pecados y luego aférrate a tu creador, Él te sacará a tierra de abundancia y paz, a ti y a tu familia.

(versículo 21 y 22)

“El malvado pide prestado y no paga; El justo es bondadoso y comparte lo que tiene. Los benditos del Señor heredarán la tierra, pero los que él maldice serán eliminados”. Salmo 37 21-22

El que tiene maldad es abusador con su prójimo, también intenta aprovecharse de la generosidad. No devuelve lo que pide prestado y no tiene consideración por nadie, pero una característica del justo es que es bondadoso, comparte lo que tiene. La avaricia no es parte de las actitudes del justo, si tienes fe y quieres ser como Jesús, debes aprender a dejar de guardar todo para ti.
El Señor se agrada de los sacrificios de generosidad, la bendición está sobre todo aquel que sabe dar, compartir y ayudar al necesitado.

Los que heredan las promesas de Dios, son personas que aborrecen la mezquindad y la avaricia. En cambio la maldición de Dios está sobre aquellos que retienen y no ayudan cuando tienen la oportunidad.

(versículos 23 y 24)

“El Señor dirige los caminos del hombre cuando se complace en su modo de vida. Si el hombre cae, no se queda en el suelo, porque el Señor lo sostiene de la mano”. Salmo 37:23-24

Es de suma importancia que entendamos que el Señor mira nuestra forma de actuar, si bien estamos bajo la gracia, no significa que debemos aprovecharnos para cometer hechos vergonzosos y luego arrepentirnos, el corazón del Justo no quiere ofender a Dios, no quiere vivir en pecados, quiere vencer la debilidad y lo hace por medio del poder del Espíritu Santo.

El versículo 23 nos muestra que Dios ve todo lo que hacemos, no da lo mismo obedecer, que ser rebelde. Todo tiene su consecuencia. Alejarse del mal es la mejor decisión. Si corregimos nuestra vida, el Señor se agrada de nosotros y afirmará nuestros pasos, eso significa que que tomaremos decisiones acertadas, que Dios nos está cuidando para que no hagamos cosas que nos perjudiquen. Cuando queremos hacer el bien, el Señor nos respalda, nos ayuda y nos hace salir victoriosos de los problemas.

Si queremos tener amistad con Dios, Él se deleita y se agrada de cada detalle de nuestras vidas. veamos como lo dice la biblia Nueva Traducción Viviente:

“El Señor dirige los pasos de los justos; se deleita en cada detalle de su vida”. Salmo 37:23

Es un deleite para Dios andar con hijos que obedecen, cada detalle de tu vida estará cuidado y bendecido por el creador. Amistad con Dios es algo que debemos aprender a desarrollar.

Muchas veces hay quienes creen que pueden abusar de la gracia de Dios, pero terminan atrayendo la maldición.

Hay personas que no reciben bendición, que tratan por todos los medios de hacerlo, pero parece que no pueden recibir más, es bueno siempre vernos sinceramente a través de la palabra de Dios, que nos muestra si tenemos malas actitudes, tal vez pueden ser cosas sutiles, ciertas malicias que dejamos y no abandonamos. Pequeñas “zorras” que echan a perder grandes cosechas.

Una plaga se puede multiplicar para arruinar una gran cosecha, así son ciertos pecados, por ejemplo: si estamos habituados a criticar a otros, a mentir o a querer hacer sentir mal a los demás de alguna manera, esas cosas no agradan a Dios. Si nos sentimos superiores que los demás y demostramos cierta altanería o arrogancia, pueden ser un gran impedimento a la hora de recibir bendiciones. Hay personas que tienen la costumbre de pelearse con todos, tienen una actitud conflictiva, siempre encuentran problemas donde quiera que van, son irritables, iracundos, críticos, pero dicen que aman a Dios, aunque en verdad demostramos que amamos a Dios, si guardamos sus mandamientos.

Necesitamos más que nunca andar en amor. Porque el amor nos hace tener la actitud correcta, si damos lugar a que el Espíritu Santo nos llene del amor de Dios, serán afirmados nuestros pasos en la vida.

Aún teniendo una debilidad o una caída, no debemos sentirnos mal, nuestra meta es agradar a Dios y andar en la hermosura de la santidad, y esto solo se logra cuando tenemos comunión con Dios, cuando nos interesamos en conocer al Espíritu Santo transformará nuestros corazones, y nos hará como Jesús.

Ser como Jesús no es algo que podemos lograr con nuestras propias fuerzas, es pasando tiempo con Dios que nos haremos como Él, nos impregnamos de todo lo que el Señor es.

Para vencer toda debilidad debemos llenarnos, adorando, dejando nuestras cargas, siguiendo la voz de Dios que nos guía a hacer lo recto, estando en comunión con otros hermanos llenos del Espíritu. Bebiendo y comiendo de la palabra de Dios, así nuestra nueva naturaleza se va fortaleciendo a la imagen de Cristo. Si hay una caída, pedimos perdón, nos levantamos y seguimos a la meta, mirando adelante para ser como Jesús.

(versículos 25 y 26)

“He sido joven y ahora soy viejo, pero nunca he visto justos en la miseria, ni que sus hijos mendiguen pan. Prestan siempre con generosidad; sus hijos son una bendición”. Salmo 37:25-26

Podemos pasar algún tiempo de dificultad y escasez, pero esta promesa nos dice que los justos en su momento de dificultad no serán avergonzados, el justo saldrá de toda miseria, porque la bendición de Dios romperá toda maldición de hambre y pobreza, no es el destino final de los hijos de Dios ser mendigos. Puedes ver a un justo pasar por momentos de escasez, pero no quedará postrado allí.

Ésta promesa alcanza a sus hijos. Los hijos reciben la bendición de obediencia y fe que tienen sus padres, cuando un padre hace lo que es justo y obedece la palabra de Dios, sus hijos serán bendecidos. Los hijos copian las actitudes generosas de los padres, los ven como ejemplo y no prestan tanta atención a las palabras sino a los hechos, que es la verdadera forma de vivir de los padres.

Siempre debemos declarar oraciones y palabras de poder sobre nuestros hijos, enseñarles a tener comunión con el Espíritu Santo y a vivir en la revelación de Dios. El temor de Dios y la unción es la mejor herencia que podemos dejar a nuestro hijos, no hay diablo que pueda contra la poderosa presencia de Dios. Las armas espirituales de oración son para la guerra espiritual, y las armas incluyen la obediencia, mantener la fe, buscar la paz, el amor, y proclamar las palabras de Dios en nuestra boca, no es solo conocimiento, sino experiencia.

Somos llamados a vivir una vida de poder para deshacer todas las obras del diablo. Para derrotar la mentira y vivir en la luz del Señor.

(versículos 27 al 29)

“Apártate del mal, y practica el bien; así vivirás para siempre. Porque el Señor ama la justicia y no desampara a sus fieles; siempre les brinda su protección. Pero los hijos de los malvados serán destruidos. Los justos heredarán la tierra y para siempre vivirán en ella”. Salmo 37:27-29

Alejarse del mal es acercarse a la bendición. En Hebreos 12:14 dice:

“Procuren vivir en paz con todos, y en santidad, sin la cual nadie verá al Señor”.

y en primera de Pedro 1:6 dice: “Escrito está: «Sean santos, porque yo soy santo.”

No se puede pretender vivir una vida descuidada, en fornicación, adulterio, andando en toda clase de obras de la naturaleza pecaminosa y a su vez tener toda la plenitud de Dios.

El Señor quiere librarnos del pecado por medio de la cruz, debemos decidir tener una vida agradable a Dios. Practicar el bien, es una característica del justo, que lo hace heredar las promesas de Dios, su vivimos por la palabra de Dios, practicaremos el bien. Y nuestro hijos recibirán una herencia de bendición.

(versículos 30 y 31)

“Cuando el justo habla, imparte sabiduría; con su lengua proclama la justicia. En su corazón habita la ley de su Dios; por eso sus pies nunca resbalan”. Salmo 37:30-31

Vemos siempre protección, ayuda, guía y sabiduría de Dios para quién lleva la palabra de Dios en su corazón. El justo tiene que tener la biblia llenando su vida, y eso será lo que hable. Debemos rebosar de la sabiduría de Dios para impartirla.

Nuestro creador sabe cómo, cuándo y dónde debemos caminar en la vida, por eso aferrarnos a él nos llevará dar pasos y a tener caminos seguros.

(versículos 32 al 36)

“El impío acecha al justo con la intención de matarlo, pero el Señor no lo pondrá en sus manos, ni dejará que en el juicio lo condenen. Tú espera en el Señor, y sigue su camino, y él te exaltará, y heredarás la tierra; y cuando los pecadores sean destruidos, tú estarás allí para verlo. Yo vi cómo el maligno era enaltecido; lo vi extenderse como verde laurel; pero el tiempo pasó, y él dejó de existir; cuando lo busqué, ¡ya había desaparecido!”. Salmo 37:32-36

El verso 32 nos revela que el impío acecha con intención de matar.

En Juan 10:10 Jesús dice: “El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Por eso el Señor nos promete no quedaremos en las manos de los malos, ellos no tendrán éxito contra el justo. Si estás siendo juzgado injustamente, la promesa de Dios es no permitirá que en el juicio seas condenado. Antes, nos dice que esperemos en el Señor y sigamos su camino, así seremos exaltados. Hay recompensas a la fidelidad.

Otra promesa de estos textos es que veremos cuando los malvados sean destruidos. La opresión de los malvados desaparecerá del territorio de los justos. Hay esperanza para ti, no dejes de ser fiel, la justicia de Dios resplandecerá en tu vida y tus propios ojos lo verán.

(versículos 37 al 40)

“Fíjate en quienes son íntegros y justos: Hay un final venturoso para la gente pacífica. Pero los pecadores serán todos destruidos; el final de los malvados será su exterminio. La salvación de los justos proviene del Señor; él les da fuerzas en momentos de angustia. El Señor los ayuda y los pone a salvo; los libra y los pone a salvo de los impíos porque ellos pusieron en él su esperanza”.

En este caso hace una referencia al hombre de paz, la paz es otra característica del justo. No busca problemas, ni peleas, busca y sigue la paz. Pero quienes permanezcan en la violencia tendrán un mal final.

Quita de tu vida toda actitud violenta, porque la violencia no expresa a los hijos de Dios, ni trae ningún tipo de bendición ni beneficio, todo lo contrario, perjudica y abre las puertas al enemigo.

Los que practican lo bueno, no están solos, su ayudador es el Señor. En momentos de angustia tendrán la fortaleza de Dios. El Señor ayuda nuestra vida, está actuando para protegernos y que no caigamos. Él nuestro escudo y nos libra de las malas personas, toda mala persona en tu vida será descubierta, el Señor te librará de ellas.

Los que ponen la esperanza en Dios no serán avergonzados. El salmo finaliza recalcando que si ponemos la esperanza en el Señor sin desviarnos de su camino, nos librará y nos pondrá a salvo.

Hagamos juntos ahora una oración para experimentar y vivir las promesas del salmo 37

“Padre Dios, gracias porque eres mi protección en todo tiempo, tu me guardas de los malvados y de las obras injustas. Declaro que todo plan en contra de mi vida es anulado y cortado en el nombre de Jesús.

Tu me sostienes en todo tiempo, no seré avergonzado porque estás conmigo para proveerme todo lo que necesito. Echo fuera la maldición de escasez. Soy tu hijo y no un mendigo, recibo tu plenitud, abundancia y provisión en todo tiempo en el nombre de Jesús.”

Decido seguirte y te pide perdón si he sido injusto o he dejado el odio en mi corazón. Tu guías mi camino, confío en que daré pasos firmes y seguros en mi vida, porque me guardaras del mal y el error.

Desato tus promesas en cada detalle de mi vida, recibo la buena tierra que tienes para mi y mi familia. Toda persona que no quiera cambiar, sea alejada de mi vida ahora, todo plan del enemigo para destruirme es frustrado en el nombre de Jesús.

Ayudame Dios a esperar en ti, a ser paciente para ver tu mano, fortaléceme porque tu no avergüenzas a los que confían y te son fieles.

Renuncio a toda preocupación, envidia, impaciencia y rebeldía, sé que veré tu mano de poder obrando a mi favor destando la tierra de bendición y plenitud que tienes para mi. Lo pido, lo creo y lo declaro en el nombre de Jesús. Amén”

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