La raíz latina de creación es literalmente «dar a luz». Por el poder de sus pensamientos y palabras, Dios «dio a luz» en el mundo físico lo que ya había en Él.
Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra. —Génesis 1:1
Así que en vez de pensar en el proceso de creación como hacer algo de la nada, para nuestro beneficio deberíamos pensarlo como acceder a la fuente de ilimitado poder en la esfera espiritual para dar a luz lo que imaginamos posible. Dios puso el universo en movimiento cambiando su intención, centrando sus pensamientos y aprovechando sus palabras. Aunque en menor alcance, nosotros creamos nuestro universo personal de la misma manera.
Padre, gracias por llenarme con tu Espíritu y permitirme sentir hoy tu presencia. Declaro que mi alma está llena de gozo y de paz y mi corazón está lleno con coraje. La luz de tu Palabra ilumina mi camino. Decreto y declaro que tus planes y propósitos prevalecerán en mi vida. Mis mejores días, los más bendecidos, están aún por llegar. Mi futuro no está definido por mi pasado. Comenzaste algo nuevo en mí. Estoy siendo transformado por la renovación de mi mente. En el nombre de Jesús, amén.
Usado con permiso de Casa Creación casacreacion.com