Por Mario Serrano
Si tienes un dispositivo móvil, Tablet, computadora etc., habrás notado que los diferentes programas y aplicaciones que poseen, requieren de una actualización constante.
La razón de las mismas es para mantener las aplicaciones o programas funcionando correctamente y adaptándose a las nuevas tendencias y necesidades del usuario. Hay programas y aplicaciones móviles que ya están en desuso y aunque en su momento fueron esenciales, hoy ya no lo son.
La vida cristiana se torna ineficaz y carente de poder cuando no recibimos las “actualizaciones del cielo” en forma constante. Dios pudo dirigir tu vida en el pasado de una manera, pero en el presente es posible que sus metodologías para tu situación en particular sean diferentes.
En su ministerio Jesús nunca actúo frente a una misma situación de la misma manera. Sus milagros fueron todos realizados de manera diferente, sus respuestas, su actitud ante determinada circunstancias también.
El Señor prometió enviar al Espíritu Santo para dirigirnos en cada situación.
1 Juan 2:27 afirma que la unción que recibimos, es decir El Espíritu Santo, nos enseñara todas las cosas y guiará a toda verdad. El señor nos insta a renovar nuestra manera de pensar para así ser transformados y poder comprobar la buena y agradable voluntad de Dios en nuestra vida (Romanos 12:2). Pablo oraba para que los creyentes reciban sabiduría y revelación (Efesios 1:17). Estos pasajes bíblicos y muchos otros enseñan claramente que el cristiano debería recibir constantemente “actualizaciones”, estas son guías y directivas divinas adaptadas al marco de esta nueva generación, para ser funcionales y ser victoriosos en toda situación. Sin renovación estamos destinados a repetir los ciclos. Hay muchos que por no recibir revelación están siempre en el mismo lugar, luchando con los mismos problemas una y otra vez, repitiendo constantemente el ciclo del fracaso. Amigo renueva el espíritu de tu entendimiento, recibe sabiduría del Espíritu de Dios, aunque tus desafíos sean grandes y diferentes no hay situación que pueda resolverse aplicando los consejos de la sabiduría divina. Recibe renovación en tu mente, en tu ministerio, en tus experiencias con Dios, en el conocimiento y percepción de Dios, en tu vida de oración, en el matrimonio y en todas las áreas de tu vida. Deja de perseguir metas, planes y experiencias del pasado, por más maravillosas que hayan sido. Hoy comienza un nuevo día para ti, escucha la voz de Dios, tomate fuertemente de su mano, próximamente recibirás entendimiento, sabiduría y revelación del Espíritu que te quitara del ciclo constante de fracaso y podrás avanzar hasta alcanzar el buen y maravilloso plan de Dios para tu vida y familia.
Oremos así:
Padre, me acerco a ti con fe y confianza. Tú me amas y quieres lo mejor para mí.
Quita de mi mente patrones de conducta y pensamientos destinados a repetir ciclos de fracaso.
Enséñame a oír en la calma y el silencio tu apacible y bondadosa voz que me guía a toda verdad.
Sentir tu amor y bondad sobre mí trae refrigerio a mi alma. Recibo de ti una percepción nueva de la vida.
Unge mis ojos para ver las cosas desde tu perspectiva. Renueva el espíritu de mi entendimiento.
Al caminar en tu sabiduría se destraban todas las áreas de mi vida que estaban atadas.
Recibo nueva y renovada visión acerca de mi ministerio, familia, trabajo empresa o negocio, y a partir de ahora declaro que camino en paz, salud, abundancia, fe, poder, avance e influencia.
Lo creo, declaro y recibo esta bendición en el nombre maravilloso de Jesús, amén.
