Hoy el Señor quita una venda de tus ojos que no te dejaba ver la visión que tiene para ti. Una grande, amplia y generosa visión es lo que Dios tiene, y para alcanzarla, imparte ahora su unción que te reviste de poder. Amén
Proverbios 19:28 (NTV) dice: “Cuando la gente no acepta la dirección divina, se desenfrena. Pero el que obedece la ley es alegre”.
Una visión es una meta que Dios ha puesto en nuestro corazón para que obedezcamos. Es necesario que todos tengamos visión en cada aspecto de nuestra vida, una en cuanto a cómo queremos que sea nuestra familia o salud, otras en cuanto a metas laborales, ministeriales o profesionales. Hay muchas cosas que Dios quiere hacer, y para eso necesita impartimos su poder, que nos capacita en la visión específica.
La visión es hacia adelante, lo que hicimos ya pasó y sirvió en el pasado, pero necesitamos enfocarnos en lo que debemos hacer de ahora en más. No pienses en negativo en cuanto a tu futuro, no seas escaso en cuanto la visión de tu vida, expande tu fe, porque Dios necesita que pienses y creas en grande, en bendición. Si no sabes que quieres, o donde dirigir tu vida, toma un tiempo para cada área y aclara tu visión.
La visión no tiene edad, y lo que soñemos puede traspasar varias generaciones. Es necesario tener un norte, una serie de objetivos, el Señor está interesado en guiar nuestros objetivos. No te frenes, comienza a tener grandes sueños y visiones para todos los aspectos de tu vida.
Hagamos esta oración:
“Dios Padre voy a renovar mi visión para servirte y ser una bendición a otros. Recibo tu poder y unción para avanzar. Recibo tu plenitud para ser lo que tu quieres que sea, fiel y útil en tu manos, lo creo y declaro en el nombre de Jesús. Amén”