VERSÍCULO DEL DÍA
Los lazos de la muerte me enredaron; me sorprendió la angustia del sepulcro, y caí en la ansiedad y la aflicción. Entonces clamé al Señor:¡Te ruego, Señor, que me salves la vida!
Salmos 116:3-4
PALABRA DE DIOS PARA HOY
La fidelidad de Dios se manifiesta de diversas formas. A veces, se manifiesta en situaciones en las que nos sentimos especialmente bendecidos: cuando logramos algo que nos parecía imposible, cuando recibimos una buena noticia o cuando encontramos a alguien que nos ama y nos respeta. Sin embargo, la fidelidad de Dios también se hace presente en momentos de dolor y sufrimiento. En esos momentos, podemos sentir que Dios nos ha abandonado, pero la verdad es que está ahí, escuchando nuestras oraciones y brindándonos su amor y su consuelo.
En el versículo de este día, aprendemos a tener confianza en Dios, sabiendo que siempre está dispuesto a escuchar nuestro clamor. Esta confianza nos invita a acercarnos a Dios con humildad, sabiendo que siempre estamos en su presencia y Él está dispuesto a escucharnos y a guiarnos en nuestro camino.
En momentos de alegría y en momentos de dolor, podemos encontrar consuelo y esperanza en la certeza de que Dios está siempre presente y dispuesto a escucharnos.