El amor de Dios es infinito y para siempre es su misericordia. Con amor eterno te ha amado y no te desecha ni te abandona. Decide creer y esperar en su amor, sus misericordias son nuevas cada mañana.
Versión Audio:
En Isaías 1:18 dice: “Vengan ahora. Vamos a resolver este asunto —dice el Señor—. Aunque sus pecados sean como la escarlata, yo los haré tan blancos como la nieve. Aunque sean rojos como el carmesí, yo los haré tan blancos como la lana”.
Si tienes la idea de que tu vida es demasiado desastrosa o que has cometido muchos pecados, si crees que te has equivocado mucho, y ya Dios no te quiere restaurar o aceptar de nuevo, hoy esta palabra es para ti. El Señor te dice: “ven a mi, estemos a cuenta, perdono todos tus pecados, tienen acceso a mi gracia y amor”.
Jesús murió en la cruz por los pecadores, no por los perfectos. Solo debes arrepentirte y el Señor te ayudará desde el lugar donde estés, te podrá guiar y darte las salidas a tus situaciones difíciles. El Señor te ama y no te condena, Jesús no vino a condenar al mundo, sino a salvarlo. Hoy puedes acercarte confiadamente al trono de gracia y misericordia, el Señor te va a restaurar y tus pecados son limpios por la sangre de Jesús.
Plántate firme en la fe, tu vida será mejor si recibes la palabra del Señor. Si crees y obedeces, hay un futuro, una esperanza para que puedas vivir mejor. No pierdas más tiempo alejado de Dios, busca al Señor, sus brazos abiertos te esperan.
Hagamos esta oración:
“Padre Dios, perdona todos mis pecados, recibo tu amor y perdón. Decido seguirte con todo mi corazón y refugiarme bajo tu protección. Gracias por hacerme limpio de nuevo para que pueda dar fruto, lo creo y declaro en el nombre de Jesús. Amén”