Si hoy, ya puedes mirar atrás y ver ese pasado que te causó tanto dolor, lejos, muy lejos, es porque ya el tiempo de tu quebranto terminó y entraste en la era de abrir las manos para recoger tu abundante cosecha. Dios no se queda con nada, y todo lo que acumulaste en oraciones, ayunos, sacrificio, el Padre lo ha visto.
Su plan, siempre fue bendecirte, pero era necesario que atravesaras el desierto para que valores de donde te ha sacado. Recibe hoy, lo que traemos para ti, en este oración de revelación basada en 1 Crónicas 4:10; y comienza a sonreír, que la bendición del Señor está sobre ti.