La amargura se apodera de las personas fácilmente, se muda a tu corazón sin previo aviso. ¿Sabías que cuando albergas una falta de perdón, te sentencias a juicio dentro de una cárcel? Y llevas esa situación a todas partes.
Aprópiate de este video, y cumple, lo que manda Hebreos 12:14-15. Aségurate de gozar de la paz, que te acerca al Trono de Gracia. Una persona amargada, no puede dar a otros lo que no tiene; si quieres ser de bendición a otros, deja que el Espíritu de Dios circuncide el dolor en tu corazón.