Por Cindy Jacobs
Todos quieren saber su propósito en la vida; quieren entender para qué fueron puestos en esta tierra. Si has estado en la iglesia por algún tiempo, seguramente te han dicho que Dios tiene un plan para tu vida – lo que popularmente se conoce como “encontrar tu llamado”.
Ponemos mucho énfasis en esto en los círculos cristianos. La gente joven que están tratando de tomar decisiones sobre qué hacer después de la secundaria siente una enorme presión, especialmente si no están seguros de lo que “han sido llamado a hacer”. Las personas comienzan una relación de noviazgo entre ellas, y familiares y amigos bienintencionados preguntarán acerca de la vocación del otro: un medio para probar y determinar la compatibilidad. Otros llegan a la mitad de su vida y se sienten insatisfechos e intranquilos, pensando si han perdido su llamado.
Pero, ¿qué si nos hemos estado enfocando en la pregunta incorrecta? ¿Qué si la verdadera cuestión está en nuestra identidad, en lugar de en nuestro llamado?
Clarifiquemos los términos
Si buscamos en el diccionario, tendremos un claro entendimiento de cuanto estos dos términos son tan distintos uno de otro. La identidad está definida como “el estado o hecho de permanecer el mismo o los mismos, bajo diferentes aspectos o condiciones; la condición de ser uno mismo y no otro; el sentido del yo, que proporciona uniformidad y continuidad en la personalidad a lo largo del tiempo” El Diccionario Británico lo pone de esta manera: “las características individuales a través de las cuales una persona o cosa es reconocida”.
En otras palabras, tu identidad es lo que te hace único. Esto abarca las características, fortalezas, debilidades, regalos y otros rasgos que posee. Tu entendimiento sobre estos aspectos puede desarrollarse con el tiempo, pero son constantes. Sin importar lo que estés haciendo, estos elementos están contigo. La identidad es lo que eres.
El llamado por otro lado, se refiere más hacia lo que haces. El diccionario lo define como “vocación, profesión u oficio; nuestro llamado; es un fuerte impulso o inclinación. “Es un camino particular o una serie de acciones”
¿Por qué importa?
Tal vez parezca que estoy hilando fino, pero creo que la distinción en estos dos términos es significativo, y que la comprensión de la diferencia puede aliviar algo de presión. Contrariamente a lo que muchos puedan pensar, su vocación, lo que se supone que usted debe hacer, cambia y cambia en varias temporadas de su vida. Tu identidad, quién eres, es una constante.
Entendiendo la identidad y el llamado II
1. La capacidad de reconocer más plenamente y abarcar las estaciones:
La gente que descubre su pasión y pasa su vida haciendo solo eso es poca. La gran mayoría de nosotros tenemos varias pasiones, sueños y oportunidades para perseguir en diferentes momentos de la vida. Algunos elementos se superpondrán; otros estarán más singularmente enfocados. En lugar de resistirse a estos cambios o esquivarlos porque cierto sueño no se ha realizado ahora, podemos con todo el corazón entrar al lugar que Dios nos está ofreciendo en un momento en particular. En otras palabras, como sabemos que lo que hacemos cambiará, podemos consolarnos sabiendo que nuestro carácter se está revelando y fortaleciendo en cada temporada.
Como un ejemplo personal, yo he sido líder de jóvenes (en los EE.UU y en Reino Unido), líder de adoración, y maestra en diferentes momentos de mi vida. Todos estos roles reflejan mis fortalezas y dones, así como mi profundo amor por la música, la gente joven y las naciones. Actualmente, sin embargo, mi rol primero es ser escritora/editora y madre de dos pequeños niños. Inicialmente, la transición hacia esta temporada de mi vida fue dura (bueno, todavía en ocasiones tiene momentos duros); He estado luchando con dejar la música y mis dones para hablar – inclusive con no estar delante de una audiencia.
Un cambio vino, sin embargo, cuando me di cuenta que mi identidad no había cambiado – todos esos dones, habilidades y sueños todavía están ahí. Lo que ha cambiado es mi llamado en este periodo de tiempo, pero se cuál es mi identidad. ¿Y quiénes son los mejores para verter mis dones de enseñanza, mi amor por la presencia de Dios, incluso mi interés en otras culturas y países que mis propios hijos?
2. La fusión de lo sagrado y lo secular:
Uno de los más abrumadores beneficios de entender las diferencia entre identidad y llamado son las puertas que abre para traer poderosas verdades espirituales a lugares inesperados. Los dones espirituales no tienen que estar restringidos a las cuatro paredes de la iglesia. Diremos esto una y otra vez porque es una de las cosas en las que más fuertemente creemos: los dones que componen tu identidad pueden ser usado en cualquier parte donde Dios abre una puerta.
Una querida amiga mía es increíblemente talentosa como peluquera y maquillista (su llamado); ella también es muy profética y compasiva (su identidad). La peluquería de la que ella es dueña es regularmente inundada de oración y tiene una de las más pacíficas atmósferas a las que uno pueda entrar. En su industria, comúnmente se hace broma sobre que la gente le dirá todo a su peluquera, en tanto esto las haga reír, lo cual es muy cierto. Mi amiga reconoce la valiosa oportunidad de hablar esperanza y verdad a cada persona que se sienta en su silla. La gente va por un corte de cabello; y se va llena de ánimo, palabras proféticas, oraciones e incluso sanidad.
3. La reputación de integridad:
Refiriéndose a la anterior definición del diccionario, tu identidad provee “igualdad y continuidad en la personalidad a través del tiempo”. Cuando tú estás bien fundamentado en tu identidad, hay consistencia en quien eres y en lo que la gente puede esperar de ti. No importa en lo que estés trabajando en el escenario de la iglesia o de una empresa, tú serás reconocido por tu carácter y el fruto en tu vida. (Mateo 12:33)
Nuestra cultura ha tenido suficiente gente que se pone una máscara para la iglesia y otra para el resto de cosas. Dios quiere establecer tu identidad como su hijo; entonces cualquier llamado que Él tenga para ti para un tiempo específico, tu puedes vivir una vida que valga la pena para ese llamado (Efesios 4:1).
Cindy Jacobs es una conferencista internacional, destacada por su ministerio profético, de intercesión y milagros. Traducido por avanzapormas.com – Fuente: generals.org/articles/single/understanding-identity-calling