Esteban Correa

Eres una simple vasija con un gran tesoro

Eres un contenedor de la gloria de Dios, eres una vasija de barro con un gran tesoro. No debes enfocarte en las limitaciones de ser una vasija, sino en Dios, que vive dentro tuyo y hace todas las cosas.

En 2 Corintios 4:7 dice: “Ahora tenemos esta luz que brilla en nuestro corazón, pero nosotros mismos somos como frágiles vasijas de barro que contienen este gran tesoro. Esto deja bien claro que nuestro gran poder proviene de Dios, no de nosotros mismos”.

Se nos compara a una simple y frágil vasija de barro; y que fácil puede ser ver nuestras limitaciones, sintiéndonos débiles y con poco valor. Si nos enfocamos en las limitaciones, estamos observando solo la parte externa de la vasija, que puede tener muchos defectos. Pero si miramos por dentro de la vasija, hay un gran tesoro, más valioso que el oro: que es la luz de Dios que brilla con poder, que hace por medio nuestro cosas maravillosas. No te detengas a ver la debilidad o limitación de ser como una simple vasija de barro, más bien mira todo lo que esa vasija puede significar por el valor de contener a Dios mismo. Todo lo que Jesús logró, mientras estaba en la condición de hombre, fue porque el Padre hacía las obras por medio de Él. Debemos entender que si Dios vive en nuestro corazón, Él hace las obras. El poder que tiene la luz brillando en la vasija, es la que produce bendición y resultados maravillosos.

Oremos así:

“Gracias Señor porque comprendo que no debo mirar mis limitaciones o defectos, sino tu poder que obra en mi para que las cosas sucedan. La gloria de Dios hará maravillas por medio de mi, lo creo y declaro en el nombre de Jesús, amén.”

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