Una mente ociosa, siempre va a tropezar y a hacer tropezar a otros, la palabra de Dios nos enseña a cuidarnos de no ser piedra para otros, especialmente si estos son nuevos creyentes, un verdadero hijo de Dios, es ejemplo en todo lugar donde va, porque su mansedumbre y buenos principios marcan a otros, y revelan su nivel de madurez.
En esta ocasión, queremos ilustrarte con el Salmo 34:12-14, como es el comportamiento y actitud de alguien que ha sido transformado por el amor de Jesús. Anímate a dejar que el Espíritu Santo obre en ti.