REFLEXIÓN DEL DÍA:
La experiencia de la salvación no es otra cosa que el experimentar la obra completa de Cristo en la vida.
¿Sabes lo que amaba Dios de David? que él pecaba, pero cuando se arrepentía, era para siempre y no volvía a pecar. Siempre estaba dispuesto a reconocer que había hecho mal, y que había desagradado a Dios.
Hoy podemos contar con el amoroso consolador, que nos redarguye, y nos guía a todo aquello que debemos cambiar.