Hoy tendrás un encuentro con Dios por medio de la adoración, una renovación, un refrigerio, nuevas fuerzas, sabiduría y sanidad te esperan hoy en el momento que te encuentres con Dios por medio de un tiempo de genuina adoración.
“Pero viene la hora, y ya llegó, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre busca que lo adoren tales adoradores”. San Juan 4:23 La adoración es la relación más íntima y profunda que tendrás en toda tu vida con Dios. Cuando sentimos la presencia de Dios, nuestro corazón quiere adorar, se quiere postrar y dar gloria al Rey de reyes y Señor de señores. Un aleluya nace de nuestro ser cuando percibimos alguna palabra ungida o alguna manifestación de la gloria de Dios. En el momento que te unes en adoración con el cielo, ya nada te puede separar de Jesús, ya nada puede aislarte de la poderosa presencia del Espíritu Santo. El enemigo quedará lejos de ti, la opresión se acabará, la enfermedad retrocederá, las cadenas se romperán y las puertas de los cielos se abrirán. Deja que tu casa sea una casa de adoración, que tu vida sea a cada paso, adoración. Así Dios caminará contigo donde quiera que vayas.
Oremos así: “Señor Jesús te adoro porque entregaste tu vida por mi, porque eres Dios y porque tu amor me llena cada día. Dios mio, te adoro porque eres digno de ser alabado, porque para siempre es tu misericordia. Mi adoracion siempre será para ti y estará de continuo en mi boca. Desde ahora, será la adoración, mi principal arma de guerra ¡Amén!”
Por Esteban Correa
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