Hoy juntos haremos una oración poderosa para liberarnos de la tristeza y el dolor y recibir un bautismo de gozo y alegría.
Pero antes veremos algunas pautas importantes a tener en cuenta, basadas en la palabra de Dios y en sus promesas.
Has visto cuanta gente está sumida en las garras de la tristeza. Si puedes observar con detenimiento el rostro de las personas y sus gestos notaras cuantas de ellas han perdido hace tiempo la capacidad de sonreír.
Cuando vemos a alguien enérgico, lleno de vida y vitalidad, por lo general esa fuerza interior se manifiesta también a través de una agradable sonrisa.
La sonrisa sincera y espontanea es una de las evidencias más grandes de que la persona tiene fortaleza interior.
Una sonrisa dice muchas cosas. Por ejemplo dice que tú tienes el control de tu vida. Dice también que amas a la gente, que tienes una actitud positiva y por sobre todo que tienes fe en Dios.
Brindar una sonrisa es una de las tareas que menos músculos de tu cuerpo utiliza. Diecisiete músculos son activados mediante la risa mientras que para fruncir el ceño son necesarios alrededor de cuarenta. Sin embargo a las personas les cuesta mucho más esfuerzo sonreír que fruncir el ceño.
Si se requiere de tan poco esfuerzo muscular para sonreír, ¿Por qué son tan pocos los que lo hacen? Porque la sonrisa querido amigo/a, no es una acción de los músculos sino que brota del alma que ha aprendido a confiar en Dios
Aún llenará tu boca de risa, Y tus labios de júbilo. (Job 8:21)
En este versículo la promesa de Dios comienza con la palabra “aun” es decir a pesar de todo lo que puedas estar atravesando o también significa que una nueva etapa o temporada está llegando donde el gozo y la risa perdida serán recuperadas. Esto no habla de una mueca fingida en el rostro porque somos cristianos, al contario habla de un gozo y alegría que emana de lo más profundo del corazón. Un sentir que restaura la endecha y los dolores del pasado.
Toma un momento para analizarte y con sinceridad reconoce cuanto tiempo hace que no puedes manifestar alegría y gozo verdadero en tu vida. Muchos que leen este artículo se caracterizaban por ser agradables y tener un canto en sus labios en forma continua. Hoy solo quedan cenizas de aquel tiempo glorioso. Tu herencia como hijo de Dios no es la tristeza, sino el gozo la alegría y la felicidad que llenan el corazón y se esparce hacia nuestro alrededor trayendo vida y restauración. ¡Vamos sonríe, Dios te ama!
Ahora realizaremos una oración poderosa para ser llenos de gozo y alegría.
Amado padre celestial; comprendo que mi herencia es el gozo y la alegría y no la tristeza y el dolor. Hoy me levanto y pongo bajo mis pies en el nombre de Jesús toda tristeza, angustia y dolor. Tú eres mi refugio, de la angustia me preservarás, con canticos de liberación me rodearas. Establezco un tiempo nuevo y renovado donde el gozo y la alegría caracterizaran mi vida. Todos a mi alrededor notaran el cambio en mí y reconocerán que tú eres Dios y que has hecho cosas grandes conmigo. A partir de hoy declaro que soy un transformador de ambientes. En todo lugar que yo esté, la angustia, tristeza, amargura y dolor huirán y reinará una atmosfera de amor, gozo y alegría. Señor unge mis ojos para ver con ellos la vida de manera diferente, que cada problema u obstáculo que venga a mi vida no lo mire como tal, sino como una oportunidad para avanzar y crecer. Llena hoy de forma abundante y sobrenatural mi corazón de tu plenitud. Recibo ahora un bautismo de gozo y alegría. En el nombre de Jesús lo creo, pido y recibo… ¡amen y amén!
