Las cosas que quieras ver logradas en tu vida, tendrán que ser preparadas en el plano espiritual y luego ejecutadas en el plano físico. Como seres espiritual en un mundo natural, debemos aprender a ejecutar la meta en ambas dimensiones, y la victoria vendrá.
En el libro de Éxodo 17:11-12 dice: “Josué siguió las órdenes de Moisés y les presentó batalla a los amalecitas. Por su parte, Moisés, Aarón y Jur subieron a la cima de la colina. Mientras Moisés mantenía los brazos en alto, la batalla se inclinaba en favor de los israelitas; pero cuando los bajaba, se inclinaba en favor de los amalecitas”.
En esta guerra que tuvo que enfrentar el pueblo de Dios, se ve claramente una estrategia en dos planos, en el natural y en el espiritual. Josué debía ir a la batalla frente a frente con los amalecitas, y Moisés se encontraba en la cima de la montaña con los brazos levantados. Josué simboliza nuestra valentía y esfuerzo de enfrentar las situaciones cara a cara, es nuestra parte de acción, es cuando debemos trabajar y tomar decisiones en nuestras proyectos, es poner manos a la obra a la hora de querer cumplir una meta, es enfrentar las situaciones que debemos resolver. Moisés simboliza nuestra parte espiritual, y sin ella, el plan será frustrado.
Quién nos da la victoria por la oración es el Señor, pero quién debe ir a la batalla en lo natural somos nosotros. Si dejamos de cumplir en uno de los dos planos, la victoria no sucederá.
Hagamos juntos esta oración:
“Señor declaro que solo tu me das la victoria en todas las áreas, eres mi única fuente de bendiciones. Te pido que me guies y ayudes a tomar las acciones y decisiones que sean necesarias para ejecutar tu plan, te lo pido en el nombre de Jesús. Amén”