Por Esteban Correa
A continuación haremos una breve mención a las promesas bíblicas sobre el éxito en los proyectos, emprendimientos y en la vida en general. Y luego haremos una oración basada en esas promesas.
En Josué 1:8, en la versión Reina Valera Contemporánea dice así:
“ Procura que nunca se aparte de tus labios este libro de la ley. Medita en él de día y de noche, para que actúes de acuerdo con todo lo que está escrito en él. Así harás que prospere tu camino, y todo te saldrá bien”.
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Vemos con claridad, que para tener éxito, tenemos que darle suma importancia y basar nuestra vida en la palabra de Dios y vivir por ella, es decir, obrar de acuerdo sus consejos y principios.
Dios nos dejó en su palabra la forma correcta en la que nos conviene vivir.
El Señor le habló a Josué y le enseñó que las verdades del reino de Dios deben estan en nuestra boca, para proclamarlas y activarlas con nuestra oración y palabras, hablando fe y esperando lo mejor.
Las promesas de Dios son vida para nuestra alma, salud para nuestro cuerpo y alimento para nuestro espíritu. Por eso, es imprescindible, si queremos tener éxito, hacer un hábito el leer la biblia cada día, pidiendo al Padre, la guía del Espíritu Santo para poder entenderla en el nombre de Jesús.
El Salmo 1:1-3 de forma similar, nos da también esta promesa:
“Bienaventurado el hombre que no anda en compañía de malvados, ni se detiene a hablar con pecadores, ni se sienta a conversar con blasfemos. Que, por el contrario, se deleita en la ley del Señor, y día y noche medita en ella. Ese hombre es como un árbol plantado junto a los arroyos: llegado el momento da su fruto, y sus hojas no se marchitan. ¡En todo lo que hace, prospera”.
Por su parte, el Señor Jesús en el nuevo testamento lo enseñó de esta manera en Juan 15:7-8
“Si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, pidan todo lo que quieran, y se les concederá. En esto es glorificado mi Padre: en que lleven mucho fruto, y sean así mis discípulos”.
Aprender, meditar, hablar y vivir conforme a la palabra de Dios es la clave para tener éxito en la vida.
Ahora, conforme a estas promesas de Dios, hagamos la siguiente oración:
“Padre Celestial, te pedimos que nos ayudes a leer tu palabra cada día para ser sabios y tener temor reverente a tu persona, así nos haces como árboles plantados junto al río, que están saludables y dan fruto en su tiempo”.
“Echamos fuera todo impedimento que esté bloqueando nuestro camino, rompemos toda obra del enemigo para que todo lo que hagamos nos salga bien en el nombre de Jesús”
Bendecimos toda idea, proyecto y emprendimiento que hayas puesto en nuestro corazón, los cubrimos con la sangre de Cristo y declaramos que darán fruto al ciento por uno
“Te pedimos perdón por todo pecado de egoísmo y avaricia, danos tu corazón para que podamos administrar con sabiduría todo el éxito y recursos que pongas en nuestras manos”
“Abrimos toda puerta cerrada, allanamos todo camino torcido, y rompemos toda cadena que nos impide avanzar y crecer en la vida en el nombre de Jesús”
“Padre Santo Guíanos por medio de tu Espíritu Santo para tomar las mejores decisiones que nos lleven al éxito y la victoria en todo asunto”
“Quebramos ahora de nuestra vida toda maldición de fracaso, mediocridad, ignorancia, frustración y falta de recursos económicos en el nombre de Jesús”
“Rompemos toda maldición de pobreza, deuda y escasez. Echamos fuera todo espíritu de temor y duda que demora nuestro avance en el nombre de Jesús”
“Desatamos prosperidad, abundancia y toda clase de bienes en nuestra vida y de nuestra familia. Te pedimos ser una bendición a todas las personas que nos rodean”
“Buscamos tu reino y tu presencia con todo nuestro corazón, sabiendo que tu eres nuestro único proveedor de bendiciones y riquezas, que no añade tristeza. Buscamos tu reino confiando que nos darás toda añadidura que necesitemos”
Gracias te damos con todo nuestro corazón y te pedimos que alienes nuestra vida bajo la influencia de tu reino. Llénanos de tu Espíritu Santo y abre las ventanas de los cielos sobre todo lo que hagamos.
Pedimos, declaramos y esperamos todo esto en el nombre poderoso de Jesús. Amén”