Por Mario Serrano
Hoy haremos una oración especial para destrabar y liberar bendiciones de Dios sobre nuestras vidas.
Antes veremos algunas pautas importantes en relación al tema, basándonos en la palabra de Dios.
En el capítulo 10 del libro de Daniel vemos una historia interesante. Vamos a compartir desde el versículo 12 al 14…” Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.
13 Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia.”
14 He venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días.
Daniel había comenzado un periodo de ayuno y oración a causa de un conflicto que estaba atravesando la nación. El, cómo profeta y estadista, buscaba respuestas de parte de Dios. Al cabo de tres semanas tuvo la visita de un ángel quien le declaro acontecimientos futuros y trajo la bendición tan esperada.
Lo interesante de la historia es que la respuesta venia en camino, desde el primer día en el que Daniel dispuso su corazón y comenzó a orar, pero esta bendición fue estorbada y demorada por principados de demonios que luchaban contra el ángel enviado por Dios, demorando de esta manera la bendición. Efesios 6.11 y 12 dice: Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Es evidente que hay un mundo espiritual moviéndose y desarrollando actividad a nuestro alrededor mientras la mayoría de las personas lo ignora. Como hijos de Dios somos conscientes de ello, por lo tanto debemos ser precavidos y estar siempre alertas, abriendo los ojos de nuestro entendimiento, sometiéndonos a nuestro Padre celestial y a su voluntad, para poder resistir al Diablo, y según la promesa bíblica de Santiago 4:7, el maligno huirá.
Toma las armas de tu milicia que no son carnales sino poderosas en Dios para destruir fortalezas, y comienza a empuñarlas y blandirlas con autoridad y osadía. No permitas que el enemigo demore más tiempo la bendición que el padre quiere darte. Levántate en fe, ora, haz retroceder a tu enemigo y posee la victoria.
Oremos ahora juntos para quebrantar toda oposición y liberar bendición sobre nuestras vidas.
Padre celestial me acerco a ti en oración y en actitud de arrepentimiento sometiendo mi vida a tu voluntad.
Pido perdón por todo pecado cometido y ruego que la sangre de Cristo lave mi alma.
Dame discernimiento para quitar, apartar y renunciar a todo aquello que no sea de tu agrado y sea una atadura para mi alma.
Lávame de toda maldad y recibo ahora tu perdón y purificación
Tomo la armadura de Dios, me revisto de ella y comienzo resistir en el nombre de Jesús toda fuerza del enemigo que quiera afligirme.
De acuerdo a 2 Timoteo 1.7 Recibo y manifiesto ahora valentía, poder y dominio propio, para luchar en la esfera espiritual con fe y osadía, perseverando hasta obtener la victoria.
En el nombre de Jesús, destrabo ahora las bendiciones que me pertenecen y han sido demoradas por el poder del enemigo.
Recibo la bendición que ha sido determinada para mí, en el momento y lugar exacto conforme a la voluntad y a los tiempos perfectos de Dios.
Activo ángeles ministradores, y pido que ellos sean fortalecidos para vencer y ganar batallas a favor de los hijos de Dios.
Todo lo que estaba seco en mi vida, ya sea físico, emocional o espiritual recibe vida. Proclamo que los cielos se abren y cae ahora sobre mí, lluvia abundante de bendición y ríos comienzan a fluir en el desierto.
Quiebro en el nombre de Jesús toda puerta y cerrojo de bronce que retenía la manifestación de mi bendición.
Llega una temporada de aceleramiento en todas las cosas. Bendiciones que se habían demorado por años llegan a mí en los próximos días.
Mientras te busco y me someto a ti Señor Jesús, recibo directivas claras y revelación para solucionar problemas y dejar el camino libre para que todo lo maravilloso de Dios llegue a mi vida.
Disipo toda oscuridad espiritual en mi vida y familia y en el nombre de Jesús se crea una fortaleza de amor, paz y luz en todas las áreas.
Toda bendición que Dios ponga en mis manos no se perderá, sino que se multiplicara y alcanzara también a aquellos que están a mí alrededor.
Lo creo, poseo, disfruto y recibo todo esto en el poderoso nombre de Jesucristo, amen.